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EFE-ANKARA El primer ministro turco, Bulent Ecevit, afirmó ayer que todo el país celebraría el fin de la lucha armada kurda, pero aclaró que no negociará nada ni hará concesiones a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Ecevit añadió, refiriéndose al llamamiento a dejar las armas del líder del PKK, Abdulá Ocalan, que «estamos siguiendo estas noticias y estaríamos todos muy contentos si finalmente el terror se acaba, pero no vamos a negociar esto con nadie».

La aceptación de la dirección del PKK a la llamada de Ocalan a dejar las armas y retirarse de Turquía ha dado respuesta a la duda que muchos turcos y autoridades oficiales tenían desde el inicio de la semana.

Sin embargo, en las primeras reacciones oficiales, se insiste en que el Estado turco no reconoce a la «organización terrorista del PKK» como interlocutor para negociar.