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EFE - ARGEL Una nueva matanza, con veintinueve víctimas en el sur de Argelia, confirma que los grupos armados decididos a imponer una república islámica rechazan de plano la política de reconciliación nacional del presidente Abdelaziz Buteflika.

La masacre, la más sangrienta de los últimos meses, fue reconocida oficialmente ayer en un comunicado de los cuerpos de seguridad que, sin dar más detalles de lo ocurrido, se limita a culpar a un «grupo de terroristas».

Un total de 29 personas fueron asesinadas el sábado por la noche por un grupo islámico armado en Beni Unif, en la región de Béchar (750 kilómetros al suroeste de Argel), según indicó ayer la Policía.

Otras tres personas resultaron heridas en el ataque, atribuido a «un grupo de terroristas», según señaló la fuente, sin dar otras precisiones sobre las circunstancias de la masacre ni sobre la identidad de las víctimas.

«Los servicios de seguridad, acompañados por los servicios de socorro, acudieron inmediatamente al lugar de los hechos para atender a las víctimas de este acto criminal cuyos autores están siendo objeto de una intensa operación de búsqueda», según la misma fuente.

Este último ataque se produce exactamente un mes antes de la celebración de esta consulta sobre la estrategia presidencial para salir de la crisis que sufre el país desde 1991. Los argelinos están llamados en esa fecha a pronunciarse sobre la estrategia de paz de Buteflika, que consiste, en esencia, en otorgar medidas de clemencia a los integristas que no sean culpables de delitos de sangre.