Madeleine Albright llegó ayer a Alejandría para presionar a las dos partes.

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EFE - ALEJANDRÍA La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, llegó ayer a Egipto con la incertidumbre de si se firmará finalmente un memorando entre israelíes y palestinos para el cumplimiento del acuerdo de Wye. Albright llegó por la tarde a la ciudad de Alejandría, procedente de Marruecos, para reunirse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el líder palestino, Yaser Arafat, con el objetivo de impulsar un pacto palestino-israelí sobre la aplicación del acuerdo de Wye.

La responsable de la diplomacia estadounidense fue recibida en el aeropuerto por el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amro Musa, y se trasladó al palacio de Ras El Tin, residencia de verano del presidente egipcio en la ciudad mediterránea de Alejandría, donde conversó con Mubarak durante más de dos horas.

Tras la entrevista, Albright instó a los países implicados en el proceso de paz a tomar «decisiones difíciles», en especial a israelíes y palestinos. En una rueda de prensa con Musa, Albright recalcó que «es muy importante para todas las partes establecer conversaciones y tomar decisiones difíciles. Nosotros (EE UU) vamos a hacer todo lo que tenemos que hacer para llevar al éxito final el proceso de paz».

Albright admitió que los acuerdos de paz de Oslo, firmados entre israelíes y palestinos en 1993, se han «erosionado» en los últimos años, mientras gobernó Israel el derechista Benjamín Netanyahu, pero afirmó que ahora las dos partes «están reconstruyendo la confianza mutua».

Por su parte, Musa subrayó que «sólo unos pocos puntos se siguen discutiendo, lo que esperamos y deseamos es que todo lo que se acuerde sea aceptable para ambas partes», subrayó el responsable de la diplomacia egipcia. Posteriormente, Albright se reunió con Arafat, quien está en Alejandría, donde se centran los esfuerzos para promover un trato sobre la aplicación del acuerdo de Wye, firmado en octubre de 1998 y que estipula, entre otros aspectos, la retirada israelí de un 13'1 por ciento de Cisjordania y la liberación de varios cientos de presos políticos palestinos.