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EFE - LUXEMBURGO Representantes de las fuerzas de la oposición al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, acogieron ayer con recelo la promesa de ayuda de la Unión Europea (UE) para cooperar en la futura democratización del país, después de que los principales dirigentes de la oposición renunciaron a asistir a la reunión comunitaria.

Reunidos por primera vez con los ministros de Exteriores de los Quince a iniciativa de la presidencia de turno finlandesa, algunos de los opositores al régimen de Belgrado mostraron su decepción por lo que les ofrecieron los Quince.

Los Quince presentaron a los opositores un documento de conclusiones sobre su primera reunión, que incluía el compromiso por parte de éstos de cooperar plenamente con el Tribunal Internacional para los Crímenes de la ex Yugoslavia una vez que accedan al poder en Belgrado.

«Se hablaba mucho de que había que llegar a la celebración de elecciones democráticas, pero no se decía cómo hay que hacer para organizarlas», se quejó Canak sobre el contenido del documento después de una reunión a la que habían prometido asistir los líderes de la oposición al régimen de Belgrado.

Ayer mismo, contaban con acudir a la cita de Luxemburgo algunos de los máximos representantes de la lucha democrática contra Milosevic. Habían sido invitados el líder del Partido Democrático, Zoran Djindjic, el alcalde de Belgrado, Vojislav Mihaljlovic, y el líder del Movimiento de Renovación Serbia, Vuk Draskovic.

La insistencia de los Quince en obtener de los opositores un compromiso pleno y por escrito de que colaborarán con el Tribunal de La Haya les hizo temer que la promesa de ayuda de la Unión Europea les colgaría seguramente el cartel de «traidores» a su regreso a Yugoslavia.