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EFE - YAKARTA Una sensación de alivio recorrió ayer, jueves, Indonesia cuando Megawati Sukarnoputri juró como vicepresidenta del país, con un discurso dedicado a la unidad, la reconciliación y, sobre todo, la recuperación de la confianza del pueblo en el Gobierno. La popular «Mega», cuyo respaldo entre la población decidió a sus rivales en la Asamblea Consultiva Popular (Parlamento) a elegirla vicepresidenta para evitar disturbios populares, tuvo palabras de agradecimiento para todos, en un discurso que les recordó a los comentaristas más veteranos las históricas alocuciones de su padre, Sukarno. La hija del héroe de la independencia indonesia y primer presidente del país conminó a sus enemigos políticos a colaborar en el desarrollo del país, porque «nuestra nación y nuestro pueblo se encuentran en una muy precaria situación».

La primera vicepresidenta de una Indonesia independiente quiere mejorar el Gobierno -mediante la honradez-, la economía -«reafirmar nuestro compromiso en los principios del libre mercado»-, el bienestar social -con una mejor distribución de la riqueza-, la educación y la ley.

Wahid inició ayer su jornada como jefe del Estado en un clima de tensión y de expectativas, después de las violentas manifestaciones que siguieron en todo el país a su elección a la presidencia y que se relajaron tras conocerse la noticia la elección de «Mega». Hasta la fecha, el puesto de vicepresidente era considerado de escasa importancia sin embargo, la delicada salud del nuevo presidente, confiere una importancia crucial al cargo alcanzado por Sukarnoputri.