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EFE - SANTIAGO La defensa de Augusto Pinochet afirmó ayer que el dictador chileno es absolutamente inocente de los delitos que se le imputan y cuestionó la competencia de la Corte de Apelaciones de Santiago para despojarle de su inmunidad parlamentaria. Además insistió en la necesidad de que Pinochet sea sometido a exámenes médicos para determinar si está en condiciones de afrontar un juicio, por considerar que no hacerlo es una transgresión a las normas del debido proceso.

Los argumentos están contenidos en la apelación ante la Corte Suprema del fallo de la Corte de Apelaciones que despojo a Pinochet de su inmunidad parlamentaria. «Hemos apelado con el objeto de que se enmiende el agravio que en opinión de la defensa se ha cometido en el fallo del día 6 de junio», afirmó Gustavo Collao, uno de los defensores de Pinochet, después de entregar el escrito en la secretaría del tribunal.

«Nosotros creemos que no existe ningún antecedente, no existen indicios ni sospecha de participación alguna del senador Augusto Pinochet en los cargos que se le imputan», añadió Collao, que precisó que también se solicitó a la Corte Suprema que ordene la realización de exámenes médicos. La defensa del general retirado confirmó que utilizará en la Corte Suprema los argumentos planteados por los nueve jueces de la Corte de Apelaciones que se opusieron al desafuero. Según esos argumentos, no existen pruebas de la responsabilidad de Pinochet en los delitos que se le imputan, relacionados con los crímenes de la llamada «caravana de la muerte».