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EFE - SANTIAGO Los sectores políticos chilenos expresan mayoritario respaldo al acuerdo de la mesa de diálogo sobre derechos humanos, mediante el cual los militares se comprometieron a investigar el paradero de los detenidos desaparecidos durante el régimen de Augusto Pinochet. En una ceremonia en el palacio de La Moneda, el presidente Ricardo Lagos, recibió el documento de acuerdo de manos del ministro de Defensa, Mario Fernández, y ante los jefes de las fuerzas armadas.

El presidente dijo que «a partir de hoy somos mejor como país», también recalcó que ya no hay «enemigos internos» y que es tarea de los 15 millones de chilenos encontrar los restos de los 1.185 detenidos desaparecidos. El documento, en el que civiles y militares debieron hacer concesiones, reconoce las violaciones a los derechos humanos por parte de «agentes de organizaciones del Estado» y establece una serie de mecanismos para facilitar a los militares su tarea de búsqueda de información.

La trascendencia del acto recordó la entrega al ex presidente Patricio Aylwin en marzo de 1991 del Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación, que documentó las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la dictadura que dirigió Pinochet entre 1973 y 1990. Los líderes empresariales chilenos elogian al Gobierno militar que encabezó Augusto Pinochet y han pedido al presidente Lagos, al Parlamento, y al Poder Judicial que pongan fin al proceso del senador vitalicio, que afronta el desafuero parlamentario y 113 querellas criminales.