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RAQUEL ORTEGA - JERUSALÉN «Es necesario hacer la paz o al menos alcanzar un acuerdo provisional con la oposición para que el país siga funcionando, pueda comenzar el curso lectivo (el primero de septiembre) y se prepare el presupuesto del próximo año», dijo el presidente Barak en un discurso que pronunció en un acto celebrado en el Parlamento (Knéset).

Levy, que exigió a Barak que forme un «Gobierno de unidad nacional», en particular con el principal partido de la oposición, el derechista Likud, dijo también que «si no hace un esfuerzo serio en ese sentido apoyaré el proyecto de ley para la disolución del Parlamento y el adelanto de las elecciones que se debatirá el miércoles». El Likud insiste en la necesidad de adelantar las elecciones. Según comentó Levy, que alegó «graves problemas diplomáticos, de seguridad y de política interna que afronta Israel», Barak no se negó en redondo a su petición y espera de él «un esfuerzo supremo para formar un Gobierno de unidad nacional, que es sumamente necesario».

Los problemas a los que aludió Levy se refieren a un eventual tratado definitivo de paz con los palestinos, lo que supone que Israel les traspase territorios, así como a la posibilidad de choques violentos en caso de que no se alcance y a la división interna en Israel. Levy confirmó que el jefe de la oposición y líder del Likud, el «halcón» Ariel Sharón, respondió negativamente a la posibilidad de un «Gobierno de unidad nacional», aunque matizó que «ello no es definitivo».