El presidente de la Corte Suprema , Hernán Àlvarez, sólo se limitó
a decir que la causa había quedado en acuerdo y que el fallo se
haría público una vez redactado por la secretaría del tribunal, lo
que podría ocurrir la próxima semana.
Sin embargo, a pesar del hermetismo de Alvarez y de los otros 19
jueces, trascendió que el desafuero de Pinochet sí se votó y que,
debido a la estrecha relación de votos, que habría sido de 11
contra nueve, se pondrá especial cuidado en la redacción del fallo,
para evitar objeciones una vez que se haga público, ya que esta
decisión de la Corte Suprema es inapelable. Los abogados
querellantes y los defensores esperaron en el Palacio de los
Tribunales a que el presidente de la Corte Suprema les notificara
oficialmente la decisión alcanzada. Entretanto, el periódico
electrónico «El Mostrador» citó «fuentes altamente fiables» para
sostener que la votación había arrojado once votos a favor del
desafuero y nueve en contra, proporción que ya se produjo hace una
semana, cuando la Corte rechazó la petición de la defensa para
someter a Pinochet a exámenes médicos antes del fallo, como medida
para mejor resolver.
El presidente de la Corte Suprema puntualizó que el plenario se
volverá a reunir el próximo viernes y aclaró que los magistrados
consideraron que no era prudente dar información alguna porque las
resoluciones sólo adquieren vigencia «cuando están firmadas».
Minutos antes, el secretario de la Corte Suprema, Carlos Meneses,
había dicho que por acuerdo del plenario, el presidente no daría
ninguna versión de lo acordado en la extensa reunión. Al retirase
del Palacio de los Tribunales, algunos de los jueces admitieron con
lacónicas respuestas que se había producido una votación, pero no
aclararon el resultado, y otros confirmaron que el pleno acordó que
los magistrados guardasen silencio sobre lo resuelto.
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