La dimisión de David Levy agrava la crisis del Gobierno israelí de Barak

El principal negociador palestino se refería tanto a los acuerdos que la ANP ha firmado con Israel desde 1993 como a las resoluciones 242 y 338 de la ONU, en las que se exige al Estado hebreo que se retire de los territorios que ocupó durante la «Guerra de los Seis Días», de 1967. Los palestinos reclaman Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental, donde quieren establecer la capital de su futuro Estado independiente. La dimisión de Levy y la decisión adoptada ayer por el Parlamento israelí (Knéset) en primera lectura -a la que han de seguir otras tres para la disolución de la cámara y el adelanto de las elecciones dejan cada vez más debilitado al primer ministro de ese país, el laborista Ehud Barak.

Este debilitamiento se produce no sólo en el plano interno de Israel, sino también en las negociaciones con los palestinos con vistas a alcanzar un tratado definitivo de paz, para lo que Barak tendría que hacer concesiones territoriales, entre otras. El primer ministro israelí, Ehud Barak, se comprometió ayer a trabajar para ampliar las bases de su Gobierno tras la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, David Levy. Barak declaró que no se siente sorprendido por la dimisión de Levy. «No puedo decir que no lamente la dimisión de mi jefe de la diplomacia. Respeto mucho a David Levy», declaró a la prensa. «Pero debo respetar los principios por los que este Gobierno alcanzó el poder y continuaré trabajando para obtener la paz y la seguridad al igual que el desarrollo de nuestra economía», añadió.