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EFE - ZAMBOANGA Los rebeldes separatistas musulmanes filipinos frustraron ayer por segundo día consecutivo los intentos del Ejército por liberar a los 19 secuestrados en la isla de Joló, algunos de los cuales llevan casi cinco meses cautivos. La operación de rescate, en la que participan 4.000 soldados y agentes de policía, puede tomar «de tres días a una semana», según dijo ayer el general de brigada filipino Narciso Abaya.

La isla de Joló continúa bajo bloqueo naval, las comunicaciones con el lugar permanecen cortadas y las informaciones sobre lo que ocurre en el terreno están controladas por los militares. El presidente filipino, Joseph Estrada, quien la víspera dio luz verde al rescate, lo que le ha ganado la desaprobación de Francia, Alemania, Finlandia y Malasia, se desplazó ayer a Zamboanga, a 150 kilómetros al norte de Joló y 890 al sur de Manila, para dar sus instrucciones personalmente.

«He dado las siguientes directrices: primero, nuestra inmediata y principal preocupación es la seguridad de los rehenes; segundo, tiene que haber una resolución rápida a esta crisis; tercero, se debe conseguir lo anterior con el mínimo daño para los civiles inocentes y sus propiedades», indicó Estrada tras reunirse con el Estado Mayor del Mando Sur del Ejército.

Estrada fue respaldado por el Parlamento, por boca del líder de la mayoría Eduardo Gullas, y por el gobernador del estado de Joló, Abdusakar Tan. Los cautivos son trece filipinos y seis extranjeros: el estadounidense de confesión musulmana Jeffrey Schilling, los franceses Jean-Jacques le Garrec y Roland Madura y los malasios Mohamad Noor Sulaiman, Joseph Jongkinoh y An Kai.