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RAFAEL CAÑAS - WASHINGTON Estados Unidos utilizará 30 millones de barriles de su Reserva Estratégica de Petróleo, durante un mes, para tratar de reducir el precio internacional del crudo, por lo que ésta es la segunda vez que recurre a este suministro de emergencia creado en 1977.

El proceso para sacar el petróleo al mercado comenzará la próxima semana, por un período de treinta días, durante el que el Gobierno estadounidense continuará sus contactos internacionales para estabilizar el mercado y evitar una crisis de suministros. «Estamos preparados para emprender más acciones si es necesario», afirmó el secretario de Energía, Bill Richardson, quien dijo que seguirá estudiando la evolución del mercado con los países productores y los aliados de Washington en Europa y Asia.

La decisión fue tomada ayer por el presidente, Bill Clinton, tras una reunión con el hispano Richardson y algunos asesores, después de varias semanas de estudio. Clinton «está decidido a hacer todo lo necesario para que los ciudadanos tengan combustible para calentarse este invierno. Este es el momento de hacerlo», señaló el secretario de Energía. El anuncio se realizó sólo un día después de que el vicepresidente y candidato demócrata a la Casa Blanca, Al Gore, pidiese a Clinton el uso de pequeñas cantidades de la Reserva para favorecer un descenso del precio del crudo.

Los treinta millones de barriles suponen un 5'2 por ciento del actual volumen almacenado. Los analistas se apresuraron a manifestar su incertidumbre acerca de cómo influirá esta decisión en el precio del crudo. Estados Unidos consume cada día en torno a 18'2 millones de productos derivados del petróleo, por lo que la cantidad que saldrá al mercado no es muy grande, sino que parece buscarse más un efecto psicológico en los mercados.