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JAVIER GARCÍA - FRÀNCFORT A las 19.40, hora española, la moneda única se cotizaba en el mercado de divisas de Fráncfort a 0'8349 dólares, frente a los 0'8559 dólares que marcaba por la mañana y los 0'8525 dólares en los que el BCE fijaba su cambio oficial. Anoche un dólar se cambiaba ligeramente por encima de las 199 pesetas, máximo histórico, rozando las doscientas pesetas.

El punto crucial para el nuevo desplome del euro se produjo a comienzos de la tarde de ayer, cuando la divisa común de los Once cayó por debajo del mínimo histórico de 0'8475 dólares alcanzado el pasado 20 de septiembre. Tras superar esa barrera, y como muchos analistas habían previsto, los agentes de divisas que operan más a corto plazo lanzaron órdenes masivas de venta de euros contra dólares para, entre otras razones, intentar forzar una nueva intervención por parte del Banco Central Europeo (BCE).

El máximo órgano rector de la autoridad monetaria europea se reúne hoy en París, la segunda vez que lo hace fuera de Fráncfort tras la reunión que celebró en Madrid la primavera pasada, sin que los analistas prevean que decida actuar de nuevo al alza sobre los tipos de interés en el área. El presidente del banco, Wim Duisenberg, se verá enfrentado en cualquier caso en su rueda de prensa de hoy en la capital francesa a un difícil papel, ya que muchas voces le acusan de haber sido el responsable del nuevo derrumbe de la moneda única.

Fuentes oficiales de la entidad europea recalcaron ayer que el BCE no se pronuncia sobre el tipo de cambio de su moneda y volvieron a desmentir «rotundamente» la posibilidad de que el presidente tenga intención de abandonar su cargo.