En un día marcado por la violencia en Jerusalén, se reunió
finalmente en esta misma ciudad la Knesset (Parlamento) israelí,
tras tres meses de receso estival. Existía gran expectación por
conocer el futuro del gabinete de Ehud Barak, amenazado por la
posibilidad de una moción de censura y en negociaciones para formar
un «Gobierno de emergencia».
Finalmente, no se ha concretado ni lo uno ni lo otro: un apoyo
de última hora desde las filas de partido uLtra-religioso Shas
permitirá a Barak mantenerse en el poder al menos durante un mes
más, si bien sometido a presiones todavía mayores.
Mientras, la violencia que viven los territorios ocupados como
consecuencia del levantamiento palestino se cobró ayer la vida de
un israelí, con lo que suman once los judíos muertos en estos
enfrentamientos, mientras 25 palestinos resultaron heridos en un
bando en el que las víctimas mortales ascienden a unos 150. Un
vigilante de la sede de la Seguridad Social Israelí en Jerusalén
oriental murió ayer a manos de palestinos en un ataque en el que
otro guardia resultó herido. Este ataque puede tener graves
consecuencias para los 200.000 vecinos palestinos del sector este
de la ciudad santa, ya que su director, Iojanan Stesman, anunció
ayer que este organismo cierra sus puertas.
Esto significa que los 200.000 palestinos que viven en Jerusalén
dejarán de recibir los servicios de la Seguridad Social Israelí, de
los que se benefician por el hecho de residir en esta ciudad, a
diferencia de los residentes en Cisjordania y Gaza.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.