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FRANCE PRESS/EFE - LONDRES El Gobierno británico confirmó ayer que está dispuesto a prohibir el consumo de carne de cordero si se llegara a comprobar que estos animales padecen la enfermedad de las «vacas locas», lo que ha levantado de nuevo la alarma entre los «sufridos» consumidores, que no salen de un escándalo alimentario para entrar en otro. Según un portavoz del Ministerio de Agricultura, las autoridades británicas tienen incluso preparado un plan de emergencia para, si resultara necesario, sacrificar los cuarenta millones de ovejas que hay en este país.

Los responsables de Sanidad están investigando si una enfermedad del cordero conocida como «scrapie» o «prúrigo lumbar» puede estar «enmascarando» el mal cerebral de las «vacas locas», que los científicos denominan como encefalopatía espongiforme bovina. Los veterinarios del Gobierno aseguran que el «scrapie» "que no daña a los humanos" produce síntomas tan parecidos al mal de las «vacas locas» que ambas infecciones pueden confundirse.

El portavoz de la oficina del primer ministro aseguró ayer que «no hay, de momento, prueba alguna de que haya en las ovejas una epidemia similar a la que ha afectado al vacuno». El mismo portavoz afirmó, pues, que «el Gobierno actuará» una vez oído el informe de las autoridades sanitarias. No obstante, un informe hecho público la pasada semana señalara que existieron serias deficiencias en el Gobierno anterior a la hora de evitar que la enfermedad de las vacas locas fuera transmitida a los humanos y se señalaba que se ha demostrado el contagio del ganado ovino en pruebas de laboratorio.

Si en el futuro se confirma que la carne de cordero esta infectada, las autoridades sanitarias podrían llegar a sacrificar a los 40 millones de ovejas, lo que supondría un efecto devastador en el sector ganadero británico. Un representante del Sindicato Nacional de Granjeros calificó ayer de «aterradora» la posibilidad de sacrificar millones de corderos en todo el Reino Unido por el devastador efecto que tendría para el sector.