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EFE - BELGRADO La coalición del presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, dio ayer por cumplida una de sus promesas electorales con el reingreso de Yugoslavia en la ONU, que fue recibido con desazón por los secesionistas de la pequeña república de Montenegro.

La República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) fue readmitida ayer en las Naciones Unidas, tras ocho años de suspensión, y ahora tiene los ojos puestos en la OSCE y el Consejo de Europa, destacó Goran Svilanovic, miembro de la Oposición Democrática de Serbia (DOS) de Kostunica. «La prioridad absoluta (de la diplomacia yugoslava) es la integración en las organizaciones internacionales», dijo Svilanovic a la Radio Index de Belgrado. Svilanovic es candidato a ministro de Exteriores de Yugoslavia y fue enviado a la ONU para la ceremonia de readmisión.

Las sanciones políticas y económicas que durante ocho años han pesado sobre Yugoslavia, castigada en 1999 además con dos meses y medios de bombardeos de la OTAN, han causado graves daños a la economía del país, que fue el más próspero de la Europa del Este. El regreso a la ONU permitirá a Yugoslavia integrarse en las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), y acceder a sus créditos. Tras la jura de Kostunica el 7 de octubre, su país fue admitido primero en el Pacto de Estabilidad, la iniciativa de la Unión Europea para el desarrollo y la democratización de los Balcanes.