La explosión del coche bomba provocó el caos en el centro de Jerusalén.

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EFE - JERUSALÉN En un comunicado remitido desde Damasco, el grupo integrista palestino Yihad (Guerra Santa) Islámica se responsabilizó del atentado, cometido con un coche-bomba a las 15.00 hora local (las dos de la tarde hora española), a unos cien metros del concurrido mercado de Majané Yehudá.

El escrito, firmado por la Sección de Jerusalén del Ala Militar del Movimiento de la Yihad Islámica de Palestina, señala que este grupo «asume la responsabilidad de la heroica operación que tuvo lugar la tarde de ayer en el corazón del territorio ocupado de Jerusalén». Se da la circunstancia que una de las víctimas mortales, una mujer, ha resultado ser Ayelet Levi, la hija de Isaac Levi, uno de los más radicales líderes de la derecha israelí y jefe del partido ultraortodoxo de los colonos judíos.

Una hora antes de la explosión, estaba previsto que el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el líder palestino, Yaser Arafat, anunciaran al unísono, uno en Tel Aviv y el otro en Gaza, el cese de las hostilidades. Esta medida, acordada en la madrugada de ayer por Arafat y el ministro israelí de Cooperación Regional, Simón Peres, debía poner fin a la ola de violencia que comenzó el 28 de septiembre pasado y que ha causado la muerte a al menos 160 palestinos y 17 israelíes -incluidos los dos de ayer-, tanto civiles como militares, en Cisjordania, Gaza y Jerusalén.

Sin embargo, el anuncio conjunto se retrasó hasta las 16.00 hora local, después de que Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), exigiera que el Ejército israelí retire todos los tanques y armamento de guerra desplegados en las últimas semanas en Cisjordania y Gaza, en parte de las cuales rige la autonomía palestina. Tras el atentado de ayer se volvió a aplazar de forma indefinida la declaración conjunta del cese de las hostilidades.