El magnate Borís Berezovski, antes amigo y ahora azote del Kremlin,
acusó ayer al presidente ruso, Vladímir Putin, de violar «sin
escrúpulos» la Constitución, beneficiarse de fondos ilegales para
ser elegido y forzar una «guerra étnica en Chechenia». Una carta
abierta del empresario a quien se atribuye la llegada de Putin al
poder fue publicada ayer por numerosos medios de comunicación y
provocó un agitado revuelo político, con alusiones a un eventual
proceso para destituir al presidente.
Citado ayer a declarar como imputado por malversación de fondos
de Aeroflot, Berezovski no compareció y pasó al contraataque al
revelar que parte del dinero fue a parar a la campaña electoral de
Putin. «Putin, entonces candidato a la Presidencia, no se avergonzó
ni pizca cuando los ingresos de unas compañías suizas que
cooperaban con Aeroflot se usaron para financiar al bloque Unidad y
su campaña electoral», denunció espectacularmente.
En un aparatoso vuelco en la cruzada del Kremlin contra los
llamados «oligarcas» que hicieron su fortuna de forma heterodoxa en
los primeros años postsoviéticos, el desplante fue interpretado por
el diario digital «Gazeta. ru» como una «declaración de guerra
total». «Si se demuestra jurídicamente la acusación contra Putin de
usar fuentes ilegales para financiar su campaña electoral, su
victoria (en las elecciones) del 26 de marzo debe declararse nula
con todas sus consecuencias», agregó el influyente periódico
electrónico.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.