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EFE - MÉXICO Vicente Fox hizo un llamamiento a la concertación política y ratificó ayer sus compromisos contra la corrupción, la pobreza y la búsqueda de la paz en Chiapas, durante su discurso de toma de posesión de la Presidencia de México. Tras «prestar protesta», como se denomina el acto de juramento en México, Fox se convirtió en el presidente número 64 del país y en el primero que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los últimos 71 años.

Ante más de 1.600 invitados, entre los que figuran quince jefes de Estado de América Latina, el Príncipe de Asturias, delegaciones de más de 160 países, numerosas personalidades de la política internacional, la cultura y los negocios, Fox afirmó que México inaugura una nueva etapa democrática en la que «el presidente propone y el Congreso dispone».

Durante un discurso de cerca de hora y media interrumpido en varias ocasiones por aplausos de la bancada de Acción Nacional (PAN), el partido del nuevo gobernante, y en alguna otra por abucheos del PRI, Fox instó a las fuerzas políticas a dialogar y concertar para concluir con éxito el proceso de transición. «Ahora más que nunca gobernar es dialogar, la fuerza de la nación no puede venir de un solo partido, es necesario el entendimiento, el acuerdo entre los distintos partidos políticos», dijo. Aseguró que su gobierno alentará las relaciones con el Congreso y los grupos parlamentarios, rendirá cuentas ante las Cámaras y consolidará la autonomía de los distintos poderes.

Fox se comprometió a superar la vieja cultura del PRI, que «ha visto en el acuerdo un acto de capitulación» y exhortó a los partidos a consensuar las reformas que requiere el país, porque «la alternancia no va a cerrar por sí sola la transición», advirtió. «La democratización plena del país es una causa nacional que difícilmente surgirá de iniciativas partidistas aisladas, todos estamos limitados por correlación de fuerzas», recordó el presidente.