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ELÍAS BENARROCH - JERUSALÉN Miles de israelíes de derechas se manifestaron ayer en Jerusalén en protesta por la intención del primer ministro, el laborista Ehud Barak, de traspasar parte de la ciudad a los palestinos en un eventual acuerdo de paz. «La división de Jerusalén no es lo que traerá la paz a la región», dijo el alcalde de la ciudad, Ehud Olmert, que habló ante los concentrados frente a las murallas de la ciudad vieja de Jerusalén.

«Espero que Barak entienda el mensaje, aunque no sea el único destinatario. Este es un mensaje para expresar a todo el mundo nuestro sentimiento respecto a Jerusalén», agregó Olmert. El acto, financiado entre otros por el presidente de la poderosa comunidad judía de Estados Unidos, Ron Lauder, se convirtió en un mitin político a menos de un mes de las elecciones israelíes. El candidato de la derecha nacionalista, Ariel Sharon, no asistió para reforzar la imagen de moderado que quiere transmitir y, en su lugar, lo hizo como «orador sorpresa» el ex primer ministro Benjamín Netanyahu -ex líder del partido de derechas Likud que ahora preside Sharon-.

El próximo 6 de febrero, Barak y Sharon se enfrentarán en las elecciones especiales a primer ministro, que pueden convertirse en un voto a favor o en contra del proceso de paz, bloqueado por las divergencias en torno a Jerusalén y los refugiados palestinos.

Sharon, que le lleva una gran ventaja a Barak en los sondeos, se ha negado hasta ahora a revelar su postura en las negociaciones con los palestinos, pero los políticos de derechas que asistieron al acto multitudinario de ayer aseguraron que les prometió que Jerusalén no será objeto de negociación.