Una persona perdió la vida y otras nueve resultaron heridas en la
explosión de un artefacto ayer en Israel. La bomba estalló en el
interior de una furgoneta-taxi, en un cruce de carreteras del norte
del país. Entre los heridos se encuentra el terrorista que
confeccionó el dispositivo y que confesó haber dejado otra en algún
lugar de Tel Aviv.
Al parecer, la policía había encontrado sospechosa la furgoneta
que trasladaba a varios pasajeros, tanto árabes como israelíes, y
persiguió al vehículo hacia el norte, hasta un cruce de carreteras
entre las localidad judía de Afula y la árabe de Um-El-Fahm. Un
puesto de control obligó al vehículo sospechoso a detenerse. Fue
entonces cuando el terrorista decidió detonar el explosivo, sin
importarle resultar él mismo muerto en la explosión.
Entre las víctimas hay tanto árabes como judíos israelíes y el
autor de los hechos ha perdido las dos piernas en la deflagración.
La policía israelí busca ahora otro explosivo que el terrorista
afirma haber dejado en Tel Aviv. También declaró ser el autor de
otro atentado fallido.
Según la televisión qatarí «Al -Yasira», estos dos ataques
fallidos han sido reivindicados por un grupo desconocido hasta
ahora, denominado «Batallones del Regreso». Sin embargo, el
viceministro de Defensa, Efraín Sneh, responsabilizó al presidente
palestino, Yaser Arafat del atentado.
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