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AFP-BELGRADO El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic regresó ayer a la prisión central de Belgrado, donde estaba detenido desde el pasado 1 de abril, tras haber pasado poco más de 36 horas en el hospital militar, aquejado de problemas cardíacos, declaró ayer uno de sus abogados, Miroslav Vasic. Vasic, uno de los abogados que trabaja junto al defensor de Milosevic, Toma Fila, aseguró que el ex mandatario había abandonado el hospital militar el ayer por la tarde y regresó a la prisión central de Belgrado, donde estaba detenido provisionalmente desde el pasado 1 de abril.

«Milosevic regresó a la prisión central poco después de las cinco de la tarde», indicó Vasic. «Los médicos concluyeron, después del examen, que el estado de salud de Milosevic requería un tratamiento médico por hipertensión, pero que podría recibirlo en la enfermería de la prisión», añadió. Milosevic, de 59 años, había sido hospitalizado el miércoles por la noche y la fiscalía de Belgrado había hablado de problemas cardíacos «agudos». Pero varias declaraciones de responsables serbios permitían pensar que el estado de salud del ex presidente, que sufre de hipertensión crónica, no se había agravado de manera significatica, a pesar de las afirmaciones en ese sentido de algunos de sus allegados.

El ministro serbio de Justicia, Vladan Batic, había afirmado ya el jueves que el estado de salud del ex presidente yugoslavo era «absolutamente satisfactorio», que los médicos no habían detectado una enfermedad cardíaca y que Milosevic podría regresar a su celda. Asimismo, un responsable de la Oposición Democrática de Serbia (DOS), Boris Tadic, afirmó en el día de ayer que no había «ninguna razón» para mantener al ex presidente en el hospital.