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Los jefes de las Fuerzas Armadas de Perú pusieron sus cargos a disposición del presidente provisional, Valentín Paniagua, tras rechazar y condenar ayer ante los peruanos el golpe de Estado «ilegal» del 5 de abril de 1992 del destituido gobernante Alberto Fujimori. El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general del Aire Pablo Carbone, expuso la postura de los militares en un mensaje leído a la nación en presencia del jefe del Ejército, general Carlos Tafur; de la Marina, almirante Víctor Ramos, y de la Policía Nacional, el general Armando Santistevan.

Carbone señaló que el comando conjunto «rechaza y condena la ruptura del orden constitucional del 5 de abril de 1992, así como la de todo acto o compromiso que podría menoscabar las bases éticas y jurídicas del Estado de Derecho, y su repudio a prácticas inmorales en la administración de los recursos del Estado o en el manejo de la política del Gobierno».

El general afirmó que los cuatro comandantes del Ejército «ofrecen satisfacciones a la ciudadanía en general por todos los hechos que en el pasado reciente hubieran comprometido a sus instituciones en actos ajenos al estricto cumplimiento de la misión constitucional». También esperan «que la ciudadanía reconozca en este acto de franca e histórica rectificación un gesto indispensable para cerrar una etapa negativa en nuestra historia y abrir así una era de genuina paz».

Esa paz, continuó, deberá estar fundada «en el fruto de los valores éticos y democráticos, y en la unión de las Fuerzas Armadas con el pueblo, para la construcción de una sociedad auténticamente libre y justa». En ese contexto, Carbone indicó que los cuatro jefes han considerado «pertinente poner nuestros cargos a disposición del jefe supremo de las Fuerzas Armadas», el presidente provisional Valentín Paniagua.