Blair hizo el esperado anuncio desde un colegio de niñas situado en
un barrio deprimido del sur de Londres en lugar de hacerlo, como
manda la tradición, frente a la puerta de su despacho oficial, el
número 10 de Downing Street. El primer ministro quiso así subrayar
que la educación volverá a ser lema electoral de su partido como ya
lo fue durante la campaña que lo llevó a la aplastante victoria del
2 de mayo de 1997, cuando consiguió 177 diputados más que el resto
de todos los partidos juntos en la Cámara de los Comunes. Blair
insistió en que la educación será la prioridad del Gobierno -«ayer,
hoy y en el futuro»- y defendió los logros de su Gobierno en
materia de empleo, Seguridad Social y transporte, así como a la
hora de cumplir su promesa de devolver la autonomía perdida a
Escocia, a Gales y al municipio de Londres.
Aunque confiado en la tendencia de los sondeos de opinión, Tony
Blair advirtió de posible complacencia entre los electores: «Cada
voto en estos comicios cuenta. No debemos asumir el apoyo de
nadie... Esta es la fuerza de nuestra democracia». El primer
ministro acudió a última hora de la mañana de ayer al palacio de
Buckingham para pedir a la reina Isabel II de Inglaterra que
disuelva el Parlamento, ya que es la soberana quien dispone de esta
prerrogativa constitucional.
Un comunicado de Downing Street informó más tarde de que el
Parlamento se disolverá el lunes, día 14, y volverá a reunirse el
13 de junio, seis días después de las elecciones generales. Blair
tenía previsto que las legislativas se celebraran junto a las
municipales el pasado 3 de mayo, pero decidió aplazar unas y otras
hasta el 7 de junio debido a la crisis creada por la epidemia de
fiebre aftosa que, si bien no ha terminado, ya está, aparentemente,
bajo control.
Blair se entrega a la campaña electoral con la confianza de que
conseguirá holgadamente un segundo mandato, según le auguran los
últimos sondeos de opinión, que reflejan además el continuo declive
del Partido Conservador como resultado de las profundas divisiones
internas y la falta de un sólido liderazgo. Todas las encuestas
electorales dan al Partido Laborista más de veinte puntos de
ventaja sobre los conservadores.
De confirmarse los pronósticos, sería la primera vez en la
historia que el Partido Laborista británico consigue dos mandatos
consecutivos y completos. Por el momento, el Gobierno de Blair
tiene asegurado un lugar destacado en la historia debido al acuerdo
de paz del Viernes Santo, del 10 de abril de 1998, en Irlanda del
Norte y a la restauración de las autonomías norirlandesa, escocesa
y galesa.
David Trimble amenaza con dimitir el 1 de julio si el
IRA no entrega las armas
La advertencia del ministro principal norirlandés, el unionista
David Trimble, de que dimitirá el próximo 1 de julio si el IRA no
comienza a entregar sus armas, amenaza con desestabilizar el
delicado proceso de paz en el Ulster. La decisión de Trimble
sorprendió al mundo político en Belfast, sobre todo porque
coincidió con la decisión de Blair de anunciar la convocatoria de
elecciones generales británicas. La amenaza está contenida en una
carta que Trimble envió al presidente de la Asamblea norirlandesa,
John Alderdice, y que tendrá efecto el 1 de julio si para entonces
el IRA no ha comenzado con el desarme.
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