La manifestación del lunes ante el Parlamento concluyó con abrazos a los soldados.

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AGENCIAS-SKOPJE Las fuerzas macedonias se enfrentaron ayer a la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación Nacional (ELN) alrededor de Nikustak, una localidad del norte de Macedonia, según anunció el portavoz del Ejército. Estos disparos concluyeron ayer tarde, al igual que en la región de Tetovo, en el noroeste de Macedonia, donde el Ejército abrió fuego ayer por la mañana con helicópteros de combate, añadió el portavoz, el coronel Markovski. La guerilla desmintió por su parte haber atacado a las fuerzas macedonias, en un comunicado difundido ayer. Rebeldes y las fuerzas gubenamentales se acusan de forma regular de ser los primeros en atacar.

Disparos de francotiradores y de ametralladoras, según el coronel Markovski, tuvieron ayer por blanco posiciones macedonias cerca de Nikustak, y el Ejército respondió con disparos de carros de combate. El ministro macedonio de Interior, Ljube Boskovski, pidió ayer calma a sus compatriotas, que parecen cada vez más descontentos con un Gobierno al que acusan de no haber sabido neutralizar a los independentistas albaneses. Los incidentes comenzaron tras el acuerdo para la retirada de los rebeldes de Aracinovo, operación calificada por el presidente macedonio, Boris Trajkovski, de «éxito», ya que de esta manera se «aleja la amenaza de Skopje».

Tras la violenta manifestación que tuvo lugar el lunes ante el Parlamento protagonizada por miles de macedonios que pidieron la dimisión del presidente así como explicaciones sobre su política «blanda» frente a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la calma parecía retornar a Skopje. Tras la ira expresada por miles de ciudadanos macedonios, el ministro del Interior hizo ayer un llamamiento a la calma, pidiendo a sus compatriotas que «respeten el orden público, la paz y que no provoquen incidentes». El acuerdo concluido entre la OTAN y la guerrilla albanesa del ELN que prevé una retirada de los rebeldes de la localidad de Aracinovo sin tener que entregar las armas fue justificado por Boskovski por el hecho de que tal acuerdo se alcanzó a causa de la presión ejercida por la Alianza Atlántica sobre el Gobierno de Skopje.

La OTAN rechazó estas acusaciones, precisando que «no es verdad que hayamos decidido que los albaneses huyeran. La OTAN ha actuado con el total apoyo del conjunto de Gobierno», afirmó ayer uno de sus portavoces, Yves Brodeur. Para consolidar la situación de calma y tranquilizar a la población, el jefe de Estado decidió pronunciar ayer un discurso televisado en el que aseguró que la operación de retirada de los rebeldes de Aracinovo había constituido un «éxito», ya que de esta manera se «aleja la amenaza de Skopje», ubicada sólo a unos diez kilómetros de Aracinovo.

La retirada de los rebeldes de Aracinovo, localidad que ocupaban desde el pasado 8 de junio, «es un éxito, conseguido con la ayuda de la Unión Europea y de la OTAN, ya que nuestro objetivo era que se marcharan los rebeldes y alejar la amenaza ejercida contra Skopje», declaró el presidente, que volvió a instar al ELN a «entregar las armas». Esta retirada «era la manera más rápida y más eficaz para evitar que hubieran víctimas», concluyó Trajkovski.