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EMILIO SÀNCHEZ-WASHINGTON La economía de los Estados Unidos se ha colocado al borde de la recesión al crecer el Producto Interior Bruto (PIB) un 0'7 por ciento en el segundo trimestre de este año, el peor resultado de este indicador desde 1993. Con el consumo en su nivel más bajo en cuatro años y la mayor caída de las inversiones en el sector industrial en dos décadas, el pesimismo es la nota dominante ante la sospecha de que tampoco en el tercer trimestre la economía saldrá del bache en el que se encuentra.

Las bolsas de Wall Street notaron de inmediato el impacto del preocupante resultado del PIB difundido por el Departamento de Comercio, y abrieron la última sesión de la semana con una tendencia a la baja. Poco después de la apertura de la sesión, el promedio Dow Jones de Industriales, que mide la variación de 30 grandes empresas, bajaba 68'92 puntos (un 0'66 por ciento), para situarse en los 10.386'71, tras ganar la víspera 49'96 puntos (un 0'48 por ciento). El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ya había advertido en sus dos últimas intervenciones ante sendos comités de las dos cámaras del Congreso que la crisis no ha tocado fondo.

Ello implica que los resultados del tercer trimestre pueden seguir siendo negativos y aumentan las posibilidades de que la economía se deslice hacia los números rojos, lo que repercutiría en el resto del mundo, especialmente en Latinoamérica. Desde el punto de vista técnico, se considera que se registra una recesión cuando hay dos trimestres consecutivos con un crecimiento negativo. La última recesión se produjo en 1991 y desde entonces la economía de los Estados Unidos creció de manera ininterrumpida en una de las décadas de mayor prosperidad del país.

En el segundo trimestre de este año, los recortes del 13'6 por ciento en las inversiones en el sector industrial explican el leve crecimiento económico en el segundo trimestre, después de que en los primeros tres meses del año el PIB creciese a un ritmo anual del 1'3 por ciento. Esta caída en las inversiones en el sector industrial es la mayor desde 1982, cuando el país atravesó su peor recesión en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. La reducción de inversiones en computadoras y productos informáticos fue aún mayor: el 14'5 por ciento.