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Al menos doce palestinos han muerto en las últimas horas por fuego israelí en Gaza y en Cisjordania, diez de ellos durante una incursión militar en la ciudad de Jenín y tres pueblos cercanos esta madrugada, informaron fuentes palestinas de seguridad y médicas.

El Ejército israelí empleó tanques, helicópteros de combate Apache, que dispararon cohetes, así como proyectiles antitanque, munición pesada y excavadoras en la mayor incursión militar efectuada en territorio palestino desde el principio de la Intifada hace casi un año. Más de cien palestinos resultaron heridos en el distrito y la ciudad de Jenín durante esta operación, agregaron las fuentes.

Blindados israelíes entraron después de la medianoche del martes, por segunda vez en 24 horas, en la ciudad autónoma de Jenín, en el norte de Cisjordania, que desde la noche del lunes está completamente cercada por el Ejército israelí. Las fuerzas israelíes destruyeron una instalación de los servicios de seguridad palestinos en el centro de la ciudad, que las autoridades israelíes han calificado de «nido de terroristas».

Las excavadoras demolieron en los pueblos de Tamún, Arrabe y Tubas varias casas de familias de terroristas suicidas que, según Israel, perpetraron atentados en este país en los últimos meses. Una fuente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que no quiso ser identificada, denunció que «mientras el mundo observa conmocionado los atentados de EE UU, Israel ha cometido un horrible crimen contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania». Dos palestinos murieron en la operación de Jenín, dos en el pueblo de Tamún, tres en el de Arraba y otros tres en Tubas y entre ellos hay un niño.