Los terroristas que secuestraron los aviones utilizados en los
atentados de Nueva York y Washington no despertaron sospechas
cuando aprendían a volar en Florida, ni siquiera cuando querían
aprender a hacer sólo giros en reactores comerciales, no a
despegar, ni aterrizar. Asimismo, apenas un día antes de los
atentados, un informe del Congreso advertía de que el entramado de
Usama Bin Laden tenía intención de atacar a EE UU en su propio
territorio. Las investigaciones federales han identificado a
Mohamed Atta, de 33 años, como el que posiblemente estaba al
control del Boeing 767 de American Airlines que se estrelló contra
la torre norte del World Trade Center (WTC) de Nueva York.
Y a Marwan Alshehhi, de 23, como el que posiblemente pilotaba el
Boeing 767 de United Airlines que fue a estrellarse directamente a
la torre sur del WTC. Ambos tenían pasaportes de los Emiratos
Àrabes Unidos y habían conseguido licencias de pilotos de aviones
ligeros en academias de Florida, durante los últimos meses. Pero lo
que más les interesaba era aprender a hacer giros en reactores
grandes, como el Boeing 767. Con esa intención, los dos se
matricularon en la academia Simcenter Inc, situada en el aeropuerto
Oppa-Locka, al noroeste de Miami, donde los alumnos se entrenan en
un simulador de vuelo que reproduce exactamente la cabina de
aviones comerciales y los accesos a los principales aeropuertos de
la nación.
Atta y Alshehhi pagaron 1.500 dólares por seis horas de
entrenamiento, que tuvieron lugar el 29 y 30 diciembre de 2000. Por
otra parte, cuatro personas «pertenecientes a la corriente islámica
radical» fueron detenidas el jueves en Bruselas. Sin embargo, la
fiscalía de Bruselas aclaró que hasta ahora no se había establecido
ningún vínculo entre esas cuatro personas y «la corriente Bin
Laden». Dos de los sospechosos, cuyas identidades no fueron
difundidas, fueron encarcelados y puestos a disposición de la
justicia, mientras que los otros dos fueron puestos en
libertad.
La fiscalía de Holanda anunció que en Rotterdam fueron detenidos
cuatro extremistas musulmanes, dos franceses, un holandés y un
argelino. Según el portavoz de la fiscalía, esas detenciones están
relacionadas con las de Bruselas. Pero declaró que no dispone «de
ningún elemento que indique una participación de esas cuatro
personas en los atentados en Estados Unidos». En cambio, un
empleado del aeropuerto detenido en Hamburgo fue puesto en
libertad. Asimismo, la Policía y los servicios secretos italianos
siguen la pista de un robo perpetrado hace cinco meses en un hotel
de Roma a un piloto y a un auxiliar de vuelo de la compañía
American Airlines, dos de cuyos aparatos fueron utilizados en los
atentados perpetrados en Nueva York y Washington.
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