En este segundo bombardeo, EE UU utilizó los superbombarderos B-1 y
B-2 que lanzaron bombas teledirigidas por satélites. Desde buques
de guerra se dispararon misiles 'Tomahawk'. En la segunda oleada de
bombardeos no participaron directamente unidades británicas, como
lo hicieron el domingo, según explicó el general Richard Myers,
jefe de la Junta de Estado Mayor. El secretario de Defensa, Donald
Rumsfeld, destacó que el objetivo de los bombardeos es aumentar la
presión sobre el régimen de los talibán que EE UU busca derrocar
por hospedar y respaldar la red terrorista de Osama Bin Laden.
Rumsfeld insistió en que los bombarderos no van a conseguir por
sí solos derrocar a los talibán, pero «sí lograrán crear un
ambiente de presión que hará imposible actuar a esa red
terrorista». «La presión continuará», dijo Rumsfeld, quien dejó la
puerta abierta a nuevos ataques aéreos en los próximos días hasta
que el Pentágono esté seguro de que los objetivos atacados han sido
destruidos. «Esta campaña se librará de forma muy parecida a la
Guerra Fría, en el sentido de que involucrará muchos frentes sobre
un período largo y requerirá presión continua de un gran número de
países en todo el mundo», dijo Rumsfeld. El general Myers destacó
que ninguno de los aviones MIG-21 de Afganistán se enfrentó en el
aire a los aparatos de EE UU y Gran Bretaña y que es posible que
disparasen misiles Stinger. Pero los aviones de EE UU y Gran
Bretaña volaron a mucha mayor altitud del alcance de los
proyectiles de la defensa antiaérea o de los proyectiles
Stinger.
Rumsfeld señaló que en la primera oleada de bombardeos del
domingo hubo «progresos» y señaló que no se sabe todavía si se han
destruido todos los objetivos de los puestos de mando y control que
fueron atacados el domingo. La segunda oleada de ataques que
fuerzas estadounidenses llevaron a cabo anoche sobre Afganistán se
centra en los puntos estratégicos de la capital, Kabul, y de la
ciudad de Kandahar, cuartel general de los talibán. Al menos tres
bombas cayeron anoche en el área de Kabul, en concreto en las zonas
este, oeste y norte de la capital afgana, aunque no está muy claro
sobre qué objetivos impactaron.
En la zona oeste de la capital afgana, donde se ha cortado el
fluido eléctrico, se encuentran algunos puntos estratégicos como la
torre de transmisión de la televisión, mientras que el aeropuerto,
que es objetivo prioritario y ya fue atacado anoche, se encuentra
al norte de la ciudad, indicaron fuentes afganas captadas en
Islamabad. Las fuerzas talibán respondieron con fuego de artillería
antiaérea, en tanto que, según algunos testigos, parece que un
avión que volaba a gran altura iluminó la zona con bengalas antes
de que se produjeran los bombardeos. En Kandahar, donde el cielo
estaba cubierto y había poca visibilidad, no se escucharon
explosiones de bombas, pero si el fuego de las baterías antiaéreas
de los talibán.
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