Aviones F-18 despegando de la cubierta del portaviones estadounidense «Enterprise».

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AGENCIAS-WASHINGTON En este segundo bombardeo, EE UU utilizó los superbombarderos B-1 y B-2 que lanzaron bombas teledirigidas por satélites. Desde buques de guerra se dispararon misiles 'Tomahawk'. En la segunda oleada de bombardeos no participaron directamente unidades británicas, como lo hicieron el domingo, según explicó el general Richard Myers, jefe de la Junta de Estado Mayor. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, destacó que el objetivo de los bombardeos es aumentar la presión sobre el régimen de los talibán que EE UU busca derrocar por hospedar y respaldar la red terrorista de Osama Bin Laden.

Rumsfeld insistió en que los bombarderos no van a conseguir por sí solos derrocar a los talibán, pero «sí lograrán crear un ambiente de presión que hará imposible actuar a esa red terrorista». «La presión continuará», dijo Rumsfeld, quien dejó la puerta abierta a nuevos ataques aéreos en los próximos días hasta que el Pentágono esté seguro de que los objetivos atacados han sido destruidos. «Esta campaña se librará de forma muy parecida a la Guerra Fría, en el sentido de que involucrará muchos frentes sobre un período largo y requerirá presión continua de un gran número de países en todo el mundo», dijo Rumsfeld. El general Myers destacó que ninguno de los aviones MIG-21 de Afganistán se enfrentó en el aire a los aparatos de EE UU y Gran Bretaña y que es posible que disparasen misiles Stinger. Pero los aviones de EE UU y Gran Bretaña volaron a mucha mayor altitud del alcance de los proyectiles de la defensa antiaérea o de los proyectiles Stinger.

Rumsfeld señaló que en la primera oleada de bombardeos del domingo hubo «progresos» y señaló que no se sabe todavía si se han destruido todos los objetivos de los puestos de mando y control que fueron atacados el domingo. La segunda oleada de ataques que fuerzas estadounidenses llevaron a cabo anoche sobre Afganistán se centra en los puntos estratégicos de la capital, Kabul, y de la ciudad de Kandahar, cuartel general de los talibán. Al menos tres bombas cayeron anoche en el área de Kabul, en concreto en las zonas este, oeste y norte de la capital afgana, aunque no está muy claro sobre qué objetivos impactaron.

En la zona oeste de la capital afgana, donde se ha cortado el fluido eléctrico, se encuentran algunos puntos estratégicos como la torre de transmisión de la televisión, mientras que el aeropuerto, que es objetivo prioritario y ya fue atacado anoche, se encuentra al norte de la ciudad, indicaron fuentes afganas captadas en Islamabad. Las fuerzas talibán respondieron con fuego de artillería antiaérea, en tanto que, según algunos testigos, parece que un avión que volaba a gran altura iluminó la zona con bengalas antes de que se produjeran los bombardeos. En Kandahar, donde el cielo estaba cubierto y había poca visibilidad, no se escucharon explosiones de bombas, pero si el fuego de las baterías antiaéreas de los talibán.