Personal protegido se prepara para entrar en la sede del «New York Times».

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La aparición de un nuevo caso de ántrax en Nueva York, que aparentemente no tiene relación con los de Florida, obligó ayer al FBI a abrir una nueva investigación criminal, mientras entre la población crece el temor ante un nuevo y masivo ataque biológico. «La Oficina Federal de Investigaciones ha abierto una nueva investigación criminal para encontrar la fuente del nuevo caso de ántrax en Nueva York», dijo ayer el fiscal general de EE UU, John Ashcroft, quien compareció con el secretario de Salud, Tommy Thompson.

En una intervención claramente enfocada a tranquilizar a la ciudadanía, Thompson subrayó que las autoridades están tratando cada uno de los casos de ántrax que aparecen y subrayó que la enfermedad «no es contagiosa». Aseguró que el sistema de salud de Estados Unidos se encuentra en estado de «máxima alerta» para atajar no sólo ésta sino cualquier otra enfermedad que pueda registrarse como resultado de un ataque químico o biológico. «Cuando aparece un caso, actuamos rápidamente», dijo Thompson, quien realizó un llamamiento a la población para que dé cuenta de todo síntoma que pueda significar un nuevo caso. «Si se tratan los casos rápidamente, el ántrax no es una enfermedad mortal», aseguró Thompson, quien dijo que «proteger la salud de los ciudadanos es la prioridad número uno del Gobierno».

La cadena de televisión NBC y el diario «The New York Times» informaron a la policía de que habían recibido paquetes sospechosos que, inmediatamente, fueron confiscados. El primer caso neoyorquino afecta a una empleada de la NBC, quien recibió el 25 de septiembre una carta que contenía un polvo sospechoso, pero las primeras pruebas realizadas dieron negativo al ántrax. Sin embargo, una segundas pruebas, que fueron conocidas ayer, dieron positivo a un tipo de ántrax cutáneo mucho menos peligroso y más fácil de tratar que el aparecido en Florida en los últimos días y que ha causado un muerto.

La empleada de la NBC contagiada trabaja en la sede principal de la compañía en Nueva York, situada en el complejo Rockefeller Center, en pleno Manhattan. La cadena de televisión explicó que había recibido un correo sospechoso e inmediatamente se había puesto en contacto con el FBI y el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York. «El correo fue analizado por estas organizaciones, y la empleada tratada por varios médicos "dijo la NBC". Todas las pruebas han dado resultados negativos». Sin embargo, «esta mañana (ayer), una de las últimas pruebas hechas a la empleada dieron positivo con restos de ántrax cutáneo», concluyó la cadena de televisión. En el caso de «The New York Times», el diario también encontró ayer un paquete después de haber recibido varias amenazas, por lo que decidió ponerlo en conocimiento de la policía. No se ordenó la evacuación del edificio y los directivos dijeron que no hay ningún peligro para la seguridad de los empleados.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró ayer que el país «está todavía en peligro» de que se produzcan nuevos atentados terroristas. Durante una ceremonia en la Casa Blanca con motivo del mes de la Herencia Hispana, Bush admitió que el cuarto caso de ántrax descubierto «es una causa de preocupación», pero agregó que EE UU «va a responder rápidamente». «Nuestra nación está todavía en peligro, pero el Gobierno está haciendo todo lo que está en nuestro poder para proteger a la ciudadanía», agregó Bush.