TW
0
EFE-SHANGAI Tras anunciar las primeras bajas en las operaciones terrestres contra Afganistán, el presidente George W. Bush preparó a EE UU para nuevos «sacrificios», a pesar de que la campaña de ataques registra importantes avances. Bush, quien asiste en Shangai a la cumbre de países de la región Asia-Pacífico, confirmó ayer la muerte de dos militares estadounidenses en un accidente de helicóptero, aunque evitó dar más detalles sobre la misión que realizaban. El presidente, en unas declaraciones tras reunirse con el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, avisó de la posibilidad de que haya más bajas en la campaña: «El pueblo entiende que estamos en una larga guerra contra el terror y que habrá sacrificios».

«Habrá momentos de sacrificio, y hoy hemos visto dos ejemplos», insistió ayer Bush, quien pese a ello no dejó de enviar un mensaje optimista por la marcha de las operaciones militares, al prometer que «saldremos victoriosos». El presidente Bush aseguró ayer que los dos militares norteamericanos fallecidos en un accidente de helicóptero en Pakistán «no habrán muerto en vano». Estos soldados «murieron por una causa justa, añadió.

En una nueva llamada a la colaboración internacional, Bush avisó de que el terrorismo supone una amenaza latente para todos los países, que no deben confiarse sino unirse para frenarlo. «Los terroristas no pueden ser ignorados ni apaciguados. Deben ser combatidos», dijo Bush durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC). Bush recordó que los atentados del 11-S «tuvieron lugar en mi país, pero fueron en realidad un ataque contra todos los países civilizados» ya que causaron víctimas de 80 nacionalidades.