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EFE-WASHINGTON La amenaza del ántrax, que ayer llegó a la Cámara de Representantes, se extiende poco a poco en el entorno político y los medios de comunicación de EE UU, pese a que los casos declarados de la enfermedad son solamente ocho. Tras confirmarse ayer que un empleado del diario The New York Post y otro de correos de Trenton, en Nueva Jersey, habían desarrollado la variante cutánea de la enfermedad, los investigadores encontraron ayer bacterias de ántrax en la Cámara Baja. Aún no se ha determinado si se trata de un nuevo envío contaminado o si las bacterias proceden del problema detectado en el Senado el pasado lunes, pero su hallazgo confirma que la amenaza ha llegado ya a las dos cámaras del Congreso.

Fuentes de la oficina del Portavoz de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, confirmó que los investigadores habían encontrado bacterias de ántrax en el edificio Ford. Las bacterias fueron halladas en una máquina dedicada a clasificar el correo que, se distribuye después en cada una de las oficinas de la cámara, a la que también se conoce como la «House». Los casos de ántrax confirmados hasta ahora se han producido en un edificio de medios de comunicación en Florida, donde dos personas, una de ellas ya fallecida, desarrollaron ántrax pulmonar, y en las oficinas de las cadenas de televisión NBC, ABC y CBS de Nueva York. En el Congreso no se han registrado casos de infección, pero un número no determinado de personas han estado expuestas a las bacterias tanto en el Senado como en la Cámara Baja.

El presidente estadounidense George W. Bush afirmó ayer que los investigadores aún no tienen pruebas de que exista un vínculo entre los sobres que contenían el bacilo del carbunco (ántrax) y los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. «En este momento, no tenemos una prueba que vincule el bacilo de la enfermedad del carbunco con la red terrorista que perpetró los atentados del 11 de septiembre», declaró Bush. «En cambio, sabemos que quien envíe deliberadamente el bacilo comete un crimen y un acto terrorista, un intento odioso de herir a personas inocentes y de aterrorizar a nuestros ciudadanos», añadió.

De otra parte, el ministro de Salud argentino, Héctor Lombardo, anunció ayer la aparición del primer caso de ántrax en el país, tras dar «positivos» los análisis realizados a un sobre procedente de Miami, que recibió una mujer en Buenos Aires. La confirmación oficial generó la alarma en el Gobierno de Fernando de la Rúa, que decidió convocar una reunión de urgencia. Pese a todo, la mujer que recibió la carta «no contrajo la enfermedad», señaló el ministro.