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WILLIAM MYERS-ISLAMABAD Los talibanes afirmaron ayer que, pese a los desmentidos de Washington, ya son 95 los efectivos de Estados Unidos que han muerto en esta guerra, a la vez que informaron del fallecimiento en su custodia de un estadounidense detenido por espionaje. Los talibanes, reiteradamente tachados de «mentirosos» por la administración del presidente norteamericano, George W. Bush, se manifestaron ayer en similares términos en un comunicado en el que acusaron al Pentágono de ocultar sus bajas e incluso de destrozar los cadáveres de sus muertos para evitar su identificación.

Esta macabra historia fue relatada en un comunicado difundido por la embajada talibán en Islamabad. En la nota, los talibanes afirman que «lamentamos que no hayamos podido devolver a sus familias los restos mortales de los soldados estadounidenses que fueron enviados aquí para morir».

En la nota sobre los soldados muertos, el régimen talibán explicó que «la condición trágica de no volver a ver ni saber con certeza la suerte de un familiar ausente ha recaído en esas familias principalmente porque Washington ha negado los incidentes en que tuvieron lugar las muertes, el mal estado de los cadáveres y la imposibilidad de llevar a cabo las operaciones de búsqueda».

Los talibanes ya habían informado de que el viernes pasado un helicóptero estadounidense cayó en el este del país por motivos desconocidos y que un segundo helicóptero, que llegó para rescatar a los que iban a bordo del primero, fue derribado. EE UU afirma que un solo helicóptero cayó el pasado día 3, en un accidente debido al mal tiempo, y que sus cuatro tripulantes fueron rescatados por otro aparato.