Uno de los pasquines que lanza EE UU sobre Afganistán, con la imagen del 'mulá' Omar y una clara amenaza.

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DUFAN GULIAM (JOYÀ BAHAUDDÍN) La Alianza del Norte anunció ayer que avanzadillas de sus tropas han roto las líneas defensivas talibán y han entrado en los suburbios del estratégico bastión de Mazar-i-Sharif, capital del norte de Afganistán. Un portavoz del general opositor Ustad Ato Mohamed, quien dirige uno de los tres frentes de la «ofensiva masiva» sobre Mazar, informó de un durísimo combate de madrugada que terminó con «un gran éxito». «Para dentro de un par de días se espera la gran ofensiva general para (intentar) tomar la ciudad antes del Ramadán», el mes santo de los musulmanes, que comienza el próximo día 17, prometió.

El portavoz convocó una urgente rueda de prensa en este cuartel de la Alianza en la provincia de Tajar para decir que los avances de las últimas horas suponen «un giro radical en el asedio» a Mazar. «Algunas avanzadillas han penetrado en los suburbios sur de la ciudad y están a sólo entre 5 y 7 kilómetros del centro, aunque el grueso de las tropas se encuentra a unos 60 kilómetros», manifestó.

Durante la rueda de prensa pudieron escucharse en Joyá Bahauddín varias potentes explosiones en la zona de Kalakatá y Dashtikalá, a unos 30 kilómetros, presumiblemente al detonar las mayores bombas del mundo, las BLU-82 o «corta margaritas». Kalakatá y Dashtikalá son dos aldeas del frente de Taloqan, que ha sido castigado por los aviones norteamericanos desde hace días para permitir el avance de las tropas de la Alianza.

Guardafronteras rusos informaron también de poderosas explosiones al norte de Mazar-i-Sharif y en otras zonas de los 1.300 kilómetros de divisoria entre Afganistán y Tayikistán, bajo control disperso entre los talibán y la oposición. «Parece que los bombardeos buscan abrir camino hacia Hazar Bagh y Joyá Ghar», dijo un oficial ruso en alusión al intento de la Alianza por despejar la zona y concentrar fuerzas.