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EFE-ATLANTA El presidente de EE UU, George Bush, afirmó ayer que los ataques terroristas de septiembre contra Washington y Nueva York han servido para fortalecer al país, al tiempo que instó a la sociedad estadounidense a que ayude a cumplir con el «gran desafío nacional» de erradicar el terrorismo. «Ninguno de nosotros hubiera deseado el mal que se le ha hecho a nuestra nación. Sin embargo, hemos aprendido que del mal puede surgir el bien», expresó en un discurso transmitido por televisión a todo el país. El presidente estadounidense expresó que el país es diferente desde los ataques. «Está más triste y menos inocente; más fuerte y más unido», aseguró.

Agregó que los ataques contra Estados Unidos se originaron en el odio que los fanáticos religiosos tienen contra este país y «la única posible respuesta a este odio es enfrentarlo y derrotarlo». «Estamos librando una guerra para salvar a la civilización. No la hemos buscado, pero venceremos», señaló. Una vez más el presidente de EE UU señaló que la guerra lanzada contra el terrorismo será prolongada y que va más allá de la campaña militar contra Afganistán.

Bush también instó a los estadounidenses a afrontar el desafío de proteger al país de futuros atentados a través de trabajos voluntarios y una permanente vigilancia sobre toda actividad sospechosa. También buscó alentar a la población a que mantenga la calma con la tranquilidad de que, en última instancia, los culpables de los atentados pagarán por sus actos. «Estamos cazando a estos asesinos y los llevaremos a la justicia», indicó el presidente.

De otra parte, Bush aprovechará su primer discurso ante la ONU para defender la campaña militar en Afganistán y hacer un nuevo llamamiento mundial para aumentar la lucha contra el terrorismo internacional. Bush acudirá por primera vez a las Naciones Unidas en un momento clave de las operaciones militares, con la Alianza del Norte opositora al régimen talibán ganando terreno, pero su principal objetivo será pedir que los países continúen las investigaciones y arrestos de células y grupos terroristas. «No tenemos otra opción que ganar», aseguró ayer el presidente estadounidense, durante la conferencia de prensa con el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee.