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EFE-DUSHAMBÉ Tras la caída de Mazar, que ayer fue reconocida por el régimen de Kabul, la Alianza asegura que los talibanes «prácticamente han perdido el norte del Afganistán» y sopesa la posibilidad de lanzar una ofensiva contra Kabul, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores en el exilio, Abdalá Abdalá. El diplomático indicó que las tropas opositoras entraron a las 17.00 GMT del viernes en Mazar, mientras los talibanes reconocieron que abandonar la ciudad sin presentar una batalla en toda regla por los intensos bombardeos estadounidense durante diez días y no por la ofensiva de la Alianza.

Los cadáveres de al menos 30 «muyahidín» (combatientes islámicos) paquistaníes muertos en los últimos días cuando luchaban al lado de los talibanes en la defensa de Mazar i Sharif llegaron ayer a Pakistán, informaron fuentes del grupo Jamaat-ul-Muyahidín, al que pertenecían. Tras la toma de ese bastión, tropas de la Alianza antitalibán con artillería y carros de combate coparon ayer casi todo el noroeste de Afganistán en un espectacular barrido, que incluyó la conquista de Sheberghán y Toshkurgán o Jolm, al oeste y este de Mazar, respectivamente, según un portavoz opositor.

Añadió que la Alianza también se apoderó de Jairatón, justo al norte de Mazar y puerto fluvial en el río Amu Daria, cerca de la ciudad de Termiz, en Uzbekistán, mientras otras fuentes opositoras informaron de la toma de Sar-i-Pol, capital de la provincia del mismo nombre, a unos 50 kilómetros al sur de Sheberghán. Pero, según la agencia Afghan Islamic Press, afín a los talibanes, los combates ayer se libraron en Toshkurgán o Jolm, en la provincia de Balj y a unos 50 kilómetros de Mazar.

Alentado por el avance de sus socios, EE UU bombardeó objetivos en Afganistán por trigésimo quinto día consecutivo. Los bombardeos estadounidenses han causado en los últimos días al menos 133 muertos civiles en la provincia de Kandahar (sur de Afganistán), informó la agencia Afghan Islamic Press, afín al régimen talibán.