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AGENCIAS-KABUL Varios mandos de la Alianza del Norte expresaron ayer sus primeras reticencias a la presencia de tropas extranjeras en Afganistán, a través de su responsable de Defensa, el general Mohamad Quassim Fahim. «Los talibán, que eran un obstáculo a la paz (en Afganistán) han sido eliminados, así pues no hay necesidad de miles de tropas extranjeras» dijo el general Quassim Fahim, «ministro» de Defensa de la coalición opositora, que domina casi todo el país, incluida la capital Kabul. Este responsable de la, hasta ahora, oposición hizo estas declaraciones en alusión a la llegada, el jueves, de tropas británicas y estadounidenses al aeródromo de Bagram, al norte de Kabul, aunque sólo se refirió explícitamente a las primeras. «Las fuerzas británicas quizás tuvieran un acuerdo con la ONU, pero no con nosotros», declaró por teléfono el general Mohamad Quassim Fahim.

Por su parte, Londres afirmó ayer que sus tropas que llegaron el pasado jueves a Afganistán permanecerán en el país y negó cualquier desacuerdo con los dirigentes de la Alianza del Norte acerca de la presencia de las fuerzas británicas en Bagram, en el norte de Kabul, según indicó el Ministerio de Defensa. Por otro lado, un representante de la ONU entabló conversaciones con la Alianza del Norte sobre la era postalibán, ayer en Kabul, adonde el presidente afgano, Burhanuddin Rabbani, regresó del exilio y prometió un gobierno amplio. Rabbani, expulsado de Kabul por los talibán en 1996, pero único presidente afgano reconocido por la ONU, regresó ayer a la capital de Afganistán.

«Trataremos de formar un gobierno de amplia base tan pronto como sea posible, depende de la seriedad de los afganos y de Naciones Unidas», dijo Rabbani en conferencia de prensa. «Si hay una demora a causa de la ONU, no es culpa nuestra», subrayó. La Alianza del Norte respondió positivamente a la llamada de la ONU a celebrar una conferencia interafgana para instalar una autoridad provisional, pero al mismo tiempo advirtió contra una presencia numerosa de tropas extranjeras en la zona. Los jefes de guerra antitalibán iniciaron una carrera contrarreloj. Por una parte, la Alianza del Norte (formada por minorías étnicas de tayikos, uzbekos y hazaras) que desde el martes controla Kabul y dos tercios del país, y por otra, los comandantes pashtunes (etnia mayoritaría) del sur y del sureste.