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EFE-WASHINGTON El Pentágono ha aumentado el número de sus comandos de operaciones especiales en misiones de busca y captura de Osama bin Laden dentro de Afganistán, informó ayer el Pentágono. El envío de más fuerzas especiales de EE UU se produce en un momento de tremenda confusión dentro de las filas de los talibanes y cuando parece que sólo los «soldados extranjeros» respaldan al saudí Bin Laden. Los bombardeos de la aviación de Estados Unidos prosiguen mientras tanto, bajo las consignas de las tropas de Alianza del Norte y de los propios soldados estadounidenses que desde el terreno eligen los objetivos a atacar. Los combates más intensos se concentran en los alrededores de la ciudad de Kunduz, en el norte, y Kandahar, en el sur.

La portavoz del Pentágono, Victoria Clarke, explicó ayer que el envío de más comandos comenzó el pasado viernes con el objetivo principal de tratar de capturar a Osama bin Laden. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que tarde o temprano alguno de los lugartenientes de Bin Laden le traicionará y que el saudí será capturado. El Pentágono considera que Osama bin Laden sigue escondido en algún lugar de Afganistán y se duda de que haya abandonado el país, tal como indicó un portavoz del régimen de los talibanes. Tropas occidentales peinaron ayer metro a metro la zona del presunto escondite de Osama Bin Laden, quien según una versión iraní «se ha separado» de los talibanes y está formando en Afganistán «una nueva organización terrorista».

Comandos estadounidenses y británicos buscaron al fugitivo líder de la red terrorista «Al Qaeda» en un área cada vez más pequeña a unos 120 kilómetros al sureste de Kandahar, pero portavoces de la coalición antiterrorista no descartaron otros posibles escondites. El ministro del Interior de la Alianza del Norte, Yunis Qanuni, dijo que, de acuerdo con sus informaciones, el terrorista más buscado del mundo se refugió cerca de Maruf, al sureste del feudo talibán.