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EFE-WASHINGTON Estados Unidos no permitirá que los líderes talibán y cabecillas de la red terrorista de Al Qaeda huyan de Afganistán como resultado de las negociaciones con los comandantes de la Alianza del Norte. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que EE UU no está negociando la rendición de los talibán, y que esas conversaciones las llevan los representantes de la Alianza del Norte. Rumsfeld insistió en que EE UU no permitirá que «los talibán y combatientes extranjeros, es decir aquellos, que no son afganos, puedan irse a otros países donde sería más difícil capturarles». «No les dejaremos salir de Kandahar».

Mientras, la Alianza del Norte lanzó ayer un fuerte ataque con apoyo aéreo norteamericano sobre el sitio de Kunduz, último baluarte talibán en el norte de Afganistán. Pero ningún comandante de la Alianza informó de si se trataba del «asalto final», tras el aparente fracaso de un intento de rendición de los miles de talibanes y mercenarios acorralados desde hace una semana en la ciudad. Densas columnas de humo se elevaron al aire al paso de aviones de Estados Unidos que machacaron por séptimo día consecutivo posiciones talibán en las colinas de los alrededores de Kunduz, en Janabad y en el aeropuerto entre ambas localidades.

Un portavoz militar dijo que se desarrollaban «duros combates» en las inmediaciones del aeropuerto. Miles de talibanes y mercenarios árabes leales a Osama bin Laden se hicieron fuertes desde el lunes pasado en Kunduz tras escapar de otras ciudades tomadas por la Alianza. De otra parte, el integrismo islámico perdió a uno de sus más exaltados paladines con el anuncio de la muerte del temible Yuma Namangani en Kunduz, azote de Asia Central y lugarteniente del saudí Osama bin Laden. Jefes de diversas tribus pastunes "a la que pertenecen los talibán" decidieron alzarse en armas contra los talibán y atacarles si no entregan Kandahar antes del sábado.