TW
0

Estados Unidos identificó más de 40 sitios en Afganistán en los cuales se pudieron haber realizado investigaciones sobre armas de destrucción masiva, indicó este el general Tommy Franks, comandante de las fuerzas estadounidenses en ese país. «Hemos identificado unos 40 sitios donde investigaciones sobre armas de destrucción masiva, o cosas de ese tipo, pudieron haber sido realizadas», declaró el general Franks. «Estamos inspeccionando sistemáticamente cada uno de estos sitios», agregó. Por otro lado el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, reiteró ayer que «esta campaña está lejos de terminarse» mientras los infantes de Marina iniciaron patrullas desde la base que han establecido en un aeródromo en el sur de Afganistán.

Desde el domingo la Infantería de Marina tiene una guarnición en un aeródromo que ocupó cercano a Kandahar, unos 325 kilómetros al sur de Kabul, donde Rusia ha enviado tropas. Este contingente de tropas rusas se ha instalado en una céntrica explanada de Kabul, donde están levantando un campamento. Al menos catorce camiones y varias furgonetas ocuparon una explanada en el barrio de Uazir Akbar Jan y cerraron el acceso a curiosos y periodistas, que se apiñaban junto al cordón de seguridad de los soldados rusos. Los soldados se negaron a comentar cuántos son ni el propósito exacto de su presencia en Kabul, y prometieron una conferencia de prensa después del mediodía.

En otro orden, aviones de EE UU bombardearon por error emplazamientos de las tropas de la Alianza del Norte el pasado domingo. El incidente ocurrió horas después de que las fuerzas de la Alianza del Norte tomaran el control de la estratégica ciudad septentrional de Kunduz. Hasta el momento se desconoce el número de bajas provocado por los bombardeos.

Por otro lado la Alianza antitalibán reivindicó hoy su dominio del norte de Afganistán, pero tuvo que hacer frente a focos de resistencia en Kunduz y a un motín que ha causado centenares de muertos en Mazar-i-Sharif en tres días. Además, la presunta huida de ambas ciudades de un número indeterminado de combatientes extranjeros alistados como voluntarios en las filas talibán despertó el miedo a posibles emboscadas guerrilleras. «Ahora controlamos Kunduz, aunque aún es pronto para hablar de normalidad, porque hay brotes de resistencia», dijo un comandante de la Alianza tras una sangrienta jornada que fue testigo de la alegría de los vencedores y la venganza y ensañamiento con los derrotados.