La ANP ha decretado el estado de emergencia en Cisjordania y Gaza,
por primera vez desde su creación en 1994, y ordenó a sus
organismos de seguridad que arresten a los activistas islámicos
implicados en los últimos atentados en Israel. «Cualquier persona o
grupo que no respete el estado de emergencia quedará inmediatamente
fuera de la ley», señaló un comunicado oficial palestino difundido
ayer en Ramala.
La decisión fue adoptada tras una reunión de urgencia del
Consejo de Ministros, encabezado por el presidente Yaser Arafat,
tras la serie de atentados integristas. «Los organismos de
seguridad palestinos cumplirán los objetivos que les ha puesto el
Gobierno de la ANP, y sus hombres impedirán que los activistas
porten armas en lugares públicos y que participen en
manifestaciones», dijo ayer el jefe de la Seguridad Preventiva en
Cisjordania, el coronel Yibril Rajub.
El estado de emergencia ha sido declarado también porque Arafat
considera que los ataques ponen en peligro «los esfuerzos de EE UU
y del mundo para establecer un Estado palestino», se agrega en el
comunicado oficial. Esta es la primera vez desde que la ANP fue
creada tras los Acuerdos de Oslo (1993) que Arafat decreta el
estado de emergencia en Cisjordania y Gaza, ante el peligro de que
los últimos atentados suicidas desencadenen una contundente
respuesta por parte de Israel.
El coronel Rajub explicó que el estado de emergencia decretado
por Arafat contempla también la recolección de armas ilegales en
Cisjordania y Gaza y la detención de aquellos que inciten a nuevos
atentados dentro de Israel. Observadores palestinos consideran que
la decisión de Arafat responde también al temor de que su Gobierno
pierda el control de la situación en Cisjordania y Gaza, ante el
creciente poder de los grupos integristas Hamas y Yihad
Islámica.
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