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AGENCIAS-WASHINGTON Las fuerzas antitalibán ayudadas por el Ejército estadounidense tomaron las cuevas de la región montañosa de Tora Bora, a unos 40 kilómetros al sur de Jalalabab, pero no encontraron al líder de la organización Al Qaeda, Osama Bin Laden, según informó un portavoz militar de la Alianza antitalibán. Asimismo, las fuerzas especiales de Estados Unidos han combatido contra tropas talibán que se retiraban de Kandahar, y acompañan a las milicias afganas que avanzan hacia el reducto montañoso de Tora Bora, informó ayer el Pentágono.

El jefe del Comando Central, el general llas Tommy Franks, reiteró que Washington no aceptará que se otorgue amnistía al caudillo talibán, Mohamed Omar, ni que se permita la dispersión y fuga de sus seguidores o los miembros de Al Qaeda. «Vamos a llevarles ante la Justicia, o vamos a hacerles Justicia», aseguró Franks, en una conferencia de prensa en su cuartel de Tampa (Florida), en la que compareció, por primera vez, acompañado por dos oficiales de la «coalición antiterrorista» que apoya la campaña militar de EE UU. Se trata del brigadier australiano Kenneth Gillespie y del mariscal del aire británico G.E. Stirrup, quien dijo que se siente muy integrado en el equipo» de oficiales de varias naciones que participan en la Operación Libertad Duradera.

Dentro de la campaña militar, la aviación estadounidense espera enterrar vivos a los talibán y miembros de la red Al Qaeda en sus cuevas disimuladas en las montañas afganas, recurriendo a bombas guiadas de precisión para hacer explotar sus entradas, según informaron fuentes militares. Los estadounidenses disponen de «bombas de 250, 500 kilos y una tonelada, guiadas» para destruir «las cuevas y sus entradas», subrayó el jueves el general Peter Pace, jefe del Estado Mayor adjunto para las operaciones en el Estado Mayor interarmado estadounidense.

La guía de estos proyectiles corresponde en primer lugar a las fuerzas especiales estadounidenses desplazadas en el terreno, especialmente en las inmediaciones de Tora Bora, cerca de Jalalabad (este), precisó. En el transcurso de los últimos días, las fuerzas estadounidenses tuvieron que recurrir por primera vez a misiles de una tonelada y media AGM-142 Have Nap para destruir cuevas, según un responsable del Pentágono que pidió el anonimato.