El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, dijo ayer
que Argentina debe aplicar políticas «serias» y «predecibles» para
recuperar la confianza de los mercados, y «respetar las reglas del
juego» en cuanto a las inversiones extranjeras. Piqué señaló que ha
constatado que el presidente provisional argentino, Adolfo
Rodríguez Saá, está «convencido» de la necesidad de aplicar medidas
«claras» y de largo aliento para salir de la crisis, al informar de
su reunión con el gobernante.
El ministro español llegó ayer a Buenos Aires para analizar la
situación del país con Rodríguez Saá y autoridades del Gobierno,
una semana después de que Fernando de la Rúa renunciara a la
presidencia en el marco de una grave crisis económica y social.
Piqué aseguró en una rueda de prensa que España «seguirá apoyando»
a Argentina y consideró que la presidencia semestral de su país en
la Unión Europea (UE) a partir de enero próximo será un marco para
concretar esa ayuda, que a su entender trasciende el «color
político» de los gobiernos de turno.
Señaló que también conversaron sobre la nueva moneda que el
gobierno pondrá en circulación a partir de enero y al respecto dijo
que «se trata de que eso se implemente y permita recuperar la
confianza de los mercados». Añadió que es necesario que el sistema
financiero internacional vuelva a creer en Argentina y que ello
«requiere políticas serias, predecibles», que «respeten las reglas
de juego». Piqué dijo que para ese fin Argentina va a contar con el
«apoyo» del gobierno de España y de las empresas españolas
inversoras, que, según reconoció, le han transmitido su sensación
de «incertidumbre» por la crisis pero también la «esperanza» de que
el país salga adelante si se aplican las políticas adecuadas.
El ministro español subrayó la importancia de que prevalezca la
«seguridad jurídica» para estas compañías, que se han mostrado
dispuestas a «colaborar» con el gobierno argentino pero exigen que
se «respeten las reglas de juego». Entre 1990 y 2000, las firmas
españolas invirtieron en Argentina más de 41.000 millones de
dólares, y ahora dan empleo a más de 70.000 personas. Estas
compañías tienen «voluntad de permanencia», agregó Piqué, que se
reunió ayer con sus representantes. La llegada de Piqué coincidió
con la recuperación por parte de los bancos argentinos de la
posibilidad de hacer transferencias de cheques entre entidades.
Mientras, y en su condición de líder del peronismo, el ex
presidente argentino Carlos Ménem comprometió ayer todo el apoyo
del partido al nuevo Gobierno para «empezar a reconstruir un país
en el que todo se vino abajo». Ménem estuvo reunido más de una hora
en la Casa de Gobierno con Rodríguez Saá. «Coincidimos en la no
devaluación de nuestro signo monetario para evitar males mayores a
los que ya estamos sufriendo», dijo el ex mandatario (1989-1999) en
referencia al peso argentino, que está a la par del dólar desde el
año 1991.
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