Miles de manifestantes se movilizaron ayer para exigir «que se vayan todos los corruptos del Gobierno». Foto: EFE.

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AGENCIAS-BUENOS AIRES Los ministros y secretarios del Gobierno provisional de Argentina presentaron ayer la dimisión tras celebrar una reunión con el presidente Adolfo Rodríguez Saá, según informaron fuentes oficiales. Las renuncias, que aún no fueron aceptadas por el mandatario, constituyen la primera crisis que afronta el Gobierno designado el pasado domingo 23 tras la dimisión de Fernando de la Rúa a la Presidencia del país. Fuentes gubernamentales indicaron que las dimisiones son «una consecuencia directa» de las manifestaciones de la noche del viernes y madrugada del sábado frente a la sede del Gobierno y que derivaron en episodios de violencia con 12 policías heridos y 33 personas detenidas.

Miles de personas salieron a la calle, batiendo como un tambor utensilios domésticos, para reclamar medidas urgentes ante la grave crisis económica que agobia a este país suramericano y también la renuncia de funcionarios sospechosos de supuesta corrupción. Pero grupos de jóvenes encapuchados desvirtuaron la pacífica movilización con destrozos de escaparates de bancos y negocios e, incluso, irrumpieron en el edificio del Parlamento donde sustrajeron muebles y cortinas que quemaron en la calle. La primera reacción a esas manifestaciones fue la renuncia como asesor presidencial del peronista Carlos Grosso, ex intendente (alcalde) de Buenos Aires y sobre quien pesaron denuncias penales por presunta corrupción administrativa.

Las emisoras de radio y de televisión repitieron durante toda la semana las desafiantes palabras de Grosso poco antes de asumir su cargo de asesor presidencial: Rodríguez Saá «me eligió por mi inteligencia, no por mi prontuario». Varios dirigentes del gobernante partido Justicialista (PJ, peronista), entre ellos el influyente senador Eduardo Duhalde, reclamaron al presidente provisional que «escuche el reclamo popular» y proceda a «oxigenar» su Gobierno. «El Gobierno tiene que ser como la mujer del César, no sólo honesto, sino también parecerlo», agregó el gobernador peronista de la sureña provincia de Santa Cruz, Néstor Kischner, al destacar que la ciudadanía reclama «transparencia». Tras la designación de un gabinete de austeridad, con sólo tres ministros y once secretarios, Rodríguez Saá a visto estos días como la prensa ventilaba los antecedentes de varios de sus colaboradores.

Los reclamos durante las últimas movilizaciones populares, a una semana de las que forzaron la renuncia de De la Rúa a la Presidencia del país, fueron el asunto central que el mandatario analizó ayer con su equipo de ministros. Tras esa reunión, «todos los integrantes del Gabinete nacional pusieron sus renuncias a disposición del presidente», se indicó en un escueto comunicado de prensa. El comunicado gubernamental, leído a los periodistas por una funcionaria, destaca que el presidente «lamentó profundamente los hechos de violencia registrados anoche y esta madrugada» y llamó a los argentinos a «mantener la paz social».