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OTR/PRESS-BRUSELAS El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, debe garantizar que su país da un «apoyo explícito» al euro. Así se lo pidió ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, al asumir la Presidencia de turno en el Consejo de la Unión Europea. La asunción por parte del jefe de Gobierno italiano de la cartera de Exteriores, tras forzar la dimisión de Renato Ruggiero, que había salido en defensa del euro contra otros miembros del gabinete, ha disparado la alarma sobre cual será su postura en el futuro respecto a la moneda única.

El éxito de la puesta en circulación del euro puede verse empañado por la crisis desatada en Italia. Desde las instituciones comunitarias no se admite abiertamente esa posibilidad, pero sí se intenta que el Gobierno de Berlusconi no se escore hacia el lado del antieuropeísmo. Así, tras afirmar que la dimisión del titular de Exteriores italiano es de «índole interna», el ministro español insistió en que todos los Gobiernos de la UE deben tener «una actitud favorable respecto al euro» y pidió al Ejecutivo italiano un «apoyo explícito» a la moneda común. Un apoyo que deberá garantizar el primer ministro Berlusconi, quien ha asumido la cartera de Exteriores.

Piqué señaló que hay que situar la crisis italiana «en un contexto adecuado», porque la renuncia de Ruggiero es «en todo caso una cuestión de índole interna dentro de la política italiana sobre la que hay que tener el máximo respeto». El ministro, que está realizando una gira por las capitales europeas para explicar los objetivos de la Presidencia española, Aplazó su visita a Roma, inicialmente prevista para hoy, a petición del Ejecutivo italiano, que «está reorganizando el Ministerio de Exteriores».

Las declaraciones de 'Il Cavaliere' este fin de semana fueron, según Piqué, de claro contenido europeísta. «Creo que hay que juzgar a las personas en función de lo que dicen y de lo que hacen», añadió, reiterando un voto de confianza a Berlusconi, a quien, cuando se produzca el viaje a Roma (mañana o en los próximos días), la Presidencia española transmitirá un mensaje muy claro: «Entre nuestras prioridades políticas está la introducción y el fortalecimiento del euro y todos debemos trabajar en ese terreno».

La asunción de forma interina del primer ministro italiano de la cartera de Exteriores fue calificada por Piqué de «situación particular, no normal, pero no única» dijo, pero advirtió de la incidencia que puede tener la situación italiana sobre la moneda única. «Todos debemos ser muy sensibles a la evolución del euro y reforzarlo como referencia internacional para la economía mundial», dijo, lamentando las declaraciones de ciertos políticos (algunos miembros del Ejecutivo italiano) «contra este espíritu, pero espero que la posición de los diferentes gobiernos, y entre ellos el italiano, sea muy precisa, muy clara, a favor de esta gran realización».

La Comisión Europea fue más diplomática que la Presidencia a la hora de dar un toque de atención al primer ministro italiano, limitándose a recordarle que el futuro de Italia está «íntimamente ligado» al de la UE y expresando su confianza en el carácter europeísta de los italianos. En cualquier caso, Berlusconi ha conseguido suscitar nuevamente la polémica y la preocupación en la escena política, tras manifestar su intención de ocupar la cartera de Exteriores «al menos durante seis meses».