Las grandes empresas españolas presentes en Argentina sufrieron
ayer un desplome en Bolsa, al conocerse los perjuicios que les
provocará el plan de ajuste aprobado por el Gobierno de ese país,
en el que han confiado durante años con inversiones millonarias. El
retroceso de estas empresas -que se dejaron en el mercado un total
de 9.590 millones de euros (1'59 billones de pesetas)- hizo que la
Bolsa de Madrid se dejara en la sesión un 2'88% hasta los 806'75
puntos, y el Ibex-35 un 3'38% hasta los 8.177'30 puntos.
Las perdidas fueron muy cuantiosas, en especial en el caso de
Repsol YPF, que sufrió un retroceso histórico del 7'85%, mientras
que el Santander Central Hispano se dejó un 4'37%, el Bilbao
Vizcaya Argentaria un 3'25%, ENDESA un 1'06% y Telefónica Móviles
un 3'47%. La atención de los mercados ha estado pendiente todo el
fin de semana del plan de emergencia que estudiaba el Parlamento
argentino, pese a que se sabía con certeza que iba a acabar con
once años de paridad entre el peso y el dólar.
Efectivamente, bajo el nombre de «Ley de Emergencia Pública y de
Reforma del Régimen Cambiario», el Congreso y el Senado decidieron
devaluar la moneda, de forma que en el mercado oficial y comercial
un dólar se cambiará por 1'40 pesos, mientras que en la calle la
cotización fluctuará según la oferta y la demanda. El problema de
las empresas españolas no ha sido la devaluación que, pese a ser
claramente negativa para sus intereses, ya había sido descontada
por los mercados, sino el paquete de medidas «poco ortodoxas»,
según los analistas, que el Gobierno ha aprobado para atenuar los
efectos de la pérdida de valor de la moneda en la población.
Así, el caso de Repsol YPF es paradójico, ya que si bien la
devaluación le hubiera beneficiado al abaratar sus exportaciones,
el Gobierno argentino ha decidido crear un impuesto para los
hidrocarburos que mermará sus ingresos. Además, Telefónica o ENDESA
verán también cómo sus ingresos se reducen por la devaluación de la
moneda, a lo que se añade la imposibilidad de compensar este efecto
con una subida de sus precios, ya que el Gobierno ha decidido
congelar las tarifas de los servicios públicos.
Sin embargo, el sector más afectado por las medidas será el
financiero, entre los que se encuentran los españoles Santander
Central Hispano y el BBVA. Aunque con la devaluación un dólar pasa
a valer 1'40 pesos, el Gobierno ha decidido que los créditos
concedidos hasta 100.000 dólares se conviertan en 100.000 pesos, lo
que supone que la banca tendrá que perdonar a sus clientes un 40%
de sus créditos. Con este panorama, las pérdidas se han extendido
por la Bolsa española, con especial incidencia en el sector de
comunicación (-4'17%), servicios financieros (-3'19%), y Energía
(-3'12%). Argentina debe diseñar un plan económico «creíble a largo
plazo», que cuente con la confianza y el consenso de los inversores
y acreedores nacionales e internacionales, consideró ayer el
vicepresidente económico español, Rodrigo Rato.
El también presidente en ejercicio del Consejo del Ecofin señaló
durante una intervención ante el Parlamento Europeo (PE) que tanto
la Unión como España quieren mantener «la máxima colaboración con
las autoridades argentinas» para dar unan salida a esta crisis.
Rato consideró que las autoridades de ese país «son las
responsables de establecer un marco de crecimiento económico» y
deben tomar las decisiones «que consideren adecuadas en función de
los intereses de los ciudadanos argentinos». Rato, también ministro
español de Economía, dijo que su Gobierno mantiene durante esta
crisis en Argentina «una interlocución muy fluida y constante con
al actual Ejecutivo» de ese país.
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