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Las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subieron ayer un 8'15 por ciento, tras un parón de ocho días que siguió a la devaluación del 28'5 por ciento del peso ordenada por el Gobierno argentino. El índice Merval, que mide la evolución de las acciones líderes, quedó con esta subida en los 371'20 puntos, en una muestra de que el mercado bursátil es el refugio preferido de los inversionistas que buscan salir del «corralito financiero», creado para detener una fuga de depósitos que puso en riesgo de quiebra a varios bancos.

La rueda comenzó con fuertes bajadas en los papeles principales, al punto de que el Merval llegó a mostrar un descenso de casi el siete por ciento en la primera hora de negocios. En ese momento, los operadores hacían apuestas sobre la magnitud de la caída para el final de la rueda, pero la tendencia comenzó a cambiar por la presión compradora de los inversionistas «atrapados» en las restricciones para el libre uso de fondos bancarios que se mantienen desde diciembre pasado.

Un analista dijo que las órdenes de compra llegaron una tras otra de parte de ahorradores que vieron en los títulos la única forma de colocar el dinero en activos con menor riesgo de ser afectados por la devaluación del peso. «Vale más tener acciones, con las que nadie sabe qué pasará, que seguir con dinero encerrado en cuentas bancarias, que nadie sabe cuándo y en qué condiciones recuperará», dijo el analista. Cuando los títulos estaban bajando a lo largo de esta rueda, los expertos coincidieron en que la Bolsa ajustaba sus precios tras los ocho días que permaneció inactiva a la espera de las normas del Banco Central.