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Las condiciones en que han sido confinados los prisioneros afganos en Guantánamo (Cuba) amenazan con crear nuevas tensiones entre EE UU y sus aliados europeos, que ya criticaron con firmeza los tribunales militares para extranjeros. Las censuras se podrían recrudecer en el caso de que el Gobierno de George W. Bush decida someter a los detenidos afganos a esas cortes marciales secretas en la base de Guantánamo, una posibilidad que el Pentágono ha reconocido estar estudiando.

Parte de la opinión pública europea y algunos políticos han respondido alarmados a la divulgación de una fotografía en la que se ve a los prisioneros talibanes y de Al Qaeda de rodillas y esposados, con gafas oscuras que no les permiten ver, mascarillas que les aislan del exterior y orejeras para que no puedan escuchar. Fuentes oficiales estadounidenses han señalado que la foto, divulgada por el propio Pentágono, corresponde a la llegada de los prisioneros a la base naval, que se les obligó a arrodillarse por cuestiones de seguridad y que los afganos no están esposados todo el día. La falta de definición sobre su estatus -EE UU no quiere considerarlos prisioneros de guerra para no estar obligado a cumplir con la Convención de Ginebra- y las minúsculas celdas provisionales en las que han sido recluidos han avivado la polémica.

En Los Angeles (California), un juez federal considerará hoy una demanda de varios grupos pro derechos civiles de esa ciudad contra la reclusión de los prisioneros afganos en Guantánamo, que de momento son 144, aunque podrían llegar en el futuro a dos mil. Howartz Matz, un juez de distrito de Los Angeles, ha aceptado considerar la demanda, pero ahora deberá decidir si pertenece a su jurisdicción y si puede continuar con un caso que afecta a prisioneros recluidos en Cuba.

Según han señalado los demandantes, las condiciones en que el Gobierno norteamericano los ha confinado en la base de Guantánamo son contrarias a la Convención de Ginebra, que regula la situación de los prisioneros de guerra, y violan la propia Constitución de Estados Unidos. En este sentido, Cruz Roja, que visitó la base y debe presentar un estudio, exigió ayer al Pentágono que aplique la Convención de Ginebra a los prisioneros de la red Al Qaeda de Osama bin Laden.

El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, ha pedido a Estados Unidos que dé un trato «humano» a los prisioneros y «en concordancia con las leyes internacionales». El alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, aseguró ayer que los atentados del 11 de septiembre «no nos pueden hacer cambiar nuestros valores», porque «eso sería una victoria del terrorismo». Un alto cargo norteamericano de Exteriores en Londres calificó ayer de «tontería» la polémica y aseguró que EE UU respeta los derechos humanos de los detenidos.

Piqué no duda de que EE UU respeta los derechos humanos
El ministro de Exteriores, Josep Piqué, dijo ayer que no tiene «ninguna duda» sobre el respeto a los derechos humanos por parte de los Estados Unidos y se mostró convencido de que comparten con la UE la idea de que la lucha contra el terrorismo debe hacerse «con profundo respeto al Estado de Derecho». Piqué no ha considerado necesario ponerse en contacto con las autoridades norteamericanas a raíz de la polémica surgida sobre el trato que reciben los presos de Al Qaeda en Guantánamo.