Bush justifica el gasto militar para combatir el terrorismo.

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RAFAEL CAÑAS-WASHINGTON Con el objetivo de asegurar la victoria en la guerra contra el terrorismo, George W. Bush anunció ayer que propondrá un aumento de más de 48.000 millones de dólares en gastos de defensa, el mayor incremento en los últimos 20 años. El presidente de EE UU incluirá esta propuesta en su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2003, que presentará el próximo 4 de febrero, y en el que la prioridad número uno será el intento de garantizar la seguridad interna y externa.

«El compromiso más firme será con la seguridad de este país», sentenció Bush en una intervención ante la Asociación de Oficiales de la Reserva, en la que esbozó el mayor aumento del gasto militar desde el gran rearme del primer mandato de Ronald Reagan. Si la propuesta de Bush sale adelante, el total del presupuesto militar para el año fiscal 2003, que comienza el próximo 1 de octubre, totalizaría unos 379.000 millones de dólares, con un aumento de más del 14 por ciento.

Bush avanzó que la mayor parte del aumento de gastos militares se destinará al desarrollo y adquisición de sistemas de alta tecnología, como armas guiadas de precisión, vehículos no tripulados o defensa antimisiles, así como un nuevo aumento de sueldo para los miembros de las Fuerzas Armadas. «Las herramientas de la guerra moderna son eficaces pero son caras. Pero son necesarias para ganar esta guerra contra el terrorismo», aseguró.

La Casa Blanca también prevé un aumento de 15.000 millones de dólares en los gastos para incrementar la seguridad del territorio estadounidense frente a posibles nuevos atentados terroristas. Con ese dinero se pagará la contratación de 30.000 empleados federales para la seguridad de los aeropuertos, así como 300 nuevos agentes del FBI, equipos para controlar el correo, así como reforzar la investigación y preparación del país frente al bioterrorismo. Bush reconoció que el fuerte aumento de su presupuesto militar «puede crear tensiones dentro del presupuesto» federal, pero aseguró que «no vamos a escatimar en gastos a la hora de garantizar la seguridad» de EE UU.