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SONIA ROBLA-LA HAYA El ex presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, acusó ayer a Occidente de utilizar «terroristas» albaneses para desestabilizar los Balcanes y negó que persiguiera crear una «Gran Serbia», en su intervención ante el Tribunal de La Haya. Milosevic volvió a arremeter contra la OTAN y los países occidentales, a los que acusó de orquestar una conspiración contra la ex Yugoslavia: «Alemania instigó la desintegración y Estados Unidos encendió la mecha».

Ese fue el tono de su exposición -que continuará el lunes- en el cuarto día de su juicio por genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad en Kosovo, Croacia y Bosnia entre 1991 y 1999. Milosevic aseguró que Occidente hizo uso de los «terroristas para conseguir sus objetivos» y que incluso la red Al Qaeda había reclutado miembros para sus filas entre los «criminales que habían formado los alemanes».

«Ahora dicen que hay que luchar contra los que colaboran con el terrorismo y que tienen que ser detenidos, lo que quiere decir que (la ex secretaria de Estado estadounidense, Madeleine) Albright y todos los primeros ministros occidentales tendrían que ser arrestados», argumentó con ironía. Tras responsabilizar a los países occidentales de desestabilizar totalmente la región, justificó la actuación de las tropas serbias: «Puedo mirar a todos a los ojos y asegurar que tanto yo como la policía y el ejército serbios actuamos en defensa de nuestro pueblo; hicimos todo lo posible para terminar con la guerra».

Milosevic afirmó que llamará como testigos al ex presidente estadounidense, Bill Clinton y Albright, al presidente francés, Jacques Chirac, y al primer ministro británico, Tony Blair. También convocará al ex primer ministro noruego, Jens Stoltenberg; al ex representante internacional para Bosnia, Yasushi Akashi; al canciller federal alemán, Gerard Schroeder; a Dini; al secretario general de la ONU, Kofi Annan, y al ministro alemán de Defensa, Rudolf Sharpping. En un principio se había incluido en la lista al ex canciller alemán Helmut Kohl debido a un error de los intérpretes.